Caminábamos por el centro de la ciudad (como nunca), cual dos locos desubicados, conversábamos sobre ti y sobre mí, y todo era divertido. Nunca te tuve tan cerca. Siempre te observé de lejos, yo me derretía de admiración por ti, pero en ese momento me derretía por tu presencia a mi lado...sí, estabas a mi lado mientras yo moría por dentro. De pronto buscaste mi mano y mi corazón se detuvo y latió al mismo tiempo. ¿Qué hace? me preguntaba a mí misma, sin quejarme mientras mi mano le daba el encuentro a la tuya.
Entramos a un callejón nocturno, mientras me hablabas, me contabas esas historias que me encantan y tu mano tocaba mi cabello, suavemente acariciabas mi rostro, mi mejilla se sonrojaba, y mi corazón y mi alma ya no estaban en mí.
Recuerdo haber entrado a una exposición de arte, mirábamos los cuadros, jugábamos a interpretarlos, tuve tu rostro tan cerca, tu boca sobre mi mejilla, se iba deslizando a ese espacio entre mi mejilla y mis labios, no pude aguantar la tentación y te...te...me desperté. Desperté sola como de costumbre.
sábado, 22 de octubre de 2011
jueves, 13 de octubre de 2011
:)
Te veo que me miras, mientras yo salgo de mí y me elevo. Mientras me veo a mí misma mirándote. Sé que te sonrojas cuando mis ojos se posan en ti. Tú no sabes que me sonrojo cuando despierto y recuerdo que has estado en mis sueños.
jueves, 11 de agosto de 2011
Encuentro...
A lo lejos te vi, a lo lejos me pareció escuchar tu voz. Apresuré mis pasos, mis pies querían alcanzarte, mis brazos se preparaban...de pronto se escuchó un estruendoso ruido, un auto se apresuraba a frenar, pero fue muy tarde. Vi tu silueta desvanecerse hasta que te convertiste en un panorama totalmente negro. Lo último que recuerdo es que grité tu nombre...hasta ahora me pregunto si alguna vez lo supiste.
domingo, 31 de julio de 2011
Nada es casualidad, no existen las coincidencias.
¿Qué hay de atractivo en un establo? La verdad es que tan solo hay vacas, terneras, leche, y, tal vez, toros. Además de la panca, el agua que toman las vaquitas y la leche de la que se alimentan las terneras, no encontrarás nada divertido en un establo. Sólo verás el milagro de traer al mundo un ternero, o ver el final del ciclo de vida de otro. Puedes ver a la naturaleza actuar con ayuda de la mano del hombre y ver a alguien ordeñar una vaca.
Se puede sentir el cariño de una brown swiss (marrón clarito), o ver la hermosura de una holstein factor rojo o la timidez de la holstein (común, es decir, la típica vaquita color blanco y negro).
Definitivamente podría pasarme toda una mañana contemplando un establo, y sentir el calor de una ternerita y sentir su lengua en mi mano o darle de comer para que den la extraordinaria leche que tomamos o sus derivados.
Hice una visita al Establo Monteverde que queda en Jequetepeque - Pacasmayo, casi al despedirnos de la médico veterinario nos dijo:
- Espero que les haya gustado la visita.
No pude contenerme tenía que contestarle con toda la sinceridad posible,
- No me gustó, claro que no. ¡Me recontra encantó!- totalmente extasiada.
Sólo me quedó agradecer a Dios por las equivocaciones (si no me hubiera equivocado no llegábamos al establo) y porque nada es casualidad en esta vida (todo está planificado, aunque no por nosotros).
Se puede sentir el cariño de una brown swiss (marrón clarito), o ver la hermosura de una holstein factor rojo o la timidez de la holstein (común, es decir, la típica vaquita color blanco y negro).
Definitivamente podría pasarme toda una mañana contemplando un establo, y sentir el calor de una ternerita y sentir su lengua en mi mano o darle de comer para que den la extraordinaria leche que tomamos o sus derivados.
Hice una visita al Establo Monteverde que queda en Jequetepeque - Pacasmayo, casi al despedirnos de la médico veterinario nos dijo:
- Espero que les haya gustado la visita.
No pude contenerme tenía que contestarle con toda la sinceridad posible,
- No me gustó, claro que no. ¡Me recontra encantó!- totalmente extasiada.
Sólo me quedó agradecer a Dios por las equivocaciones (si no me hubiera equivocado no llegábamos al establo) y porque nada es casualidad en esta vida (todo está planificado, aunque no por nosotros).
viernes, 15 de julio de 2011
Sueñoss
Decidí aplanar calles con mis zapatitos negros, negros como la tristeza que llevaba encima. Esta tristeza que causa tu presencia - que es a la vez ausencia - en mi vida.
Caminaba sola, como de costumbre, deliberando conmigo misma sobre el tema de siempre, es decir, tú, lo que dices, lo que haces y todo tú.
Distraida porque iba concentradísima, casi tropiezo antes de cruzar la pista. Fue cuando escuché una voz mencionar mi nombre, miré al frente, hacia atrás y a los costados, pero no había ningún caminante que yo conociera. "Quizás me pareció", pensé. Y me dispuse a continuar mi camino, pero esa voz me mataba, gritaba mi nombre, esa inconfundible voz pronunciando el nombre que más me gusta. Te vi subido en un taxi, te vi en aquél carrito y te saludé, mientras trataba de seguir caminando, pero dijiste, "sube" (como si me ordenaras). "No te preocupes", respondí muy amablemente (nunca he podido hablarte de otro modo). "sube", volviste a ordenarme, y yo obedecí (como siempre lo he hecho y estoy dispuesta a seguir haciéndolo). Te ofreciste a llevarme a mi casa, casi me regañas por haber estado caminando sola y a altas horas de la noche por la calle. Me encantaba escuchar tus regaños, me fascinaba que te preocuparas tanto por mí. Fue el día más feliz de mi vida, aunque nunca escuché decir lo que quise escuchar, pero es harto conocido que no siempre se puede tener todo lo que uno quiere.
Yo seguiré cerca a ti, aunque nunca lo suficiente, aún así te (per)seguiré, esperando poder ser tu amiga, un día de éstos. No espero más, soy realista, sólo anhelo ser tu amiga, nada más.
Atte., tu admiradora (no tan) secreta.
Caminaba sola, como de costumbre, deliberando conmigo misma sobre el tema de siempre, es decir, tú, lo que dices, lo que haces y todo tú.
Distraida porque iba concentradísima, casi tropiezo antes de cruzar la pista. Fue cuando escuché una voz mencionar mi nombre, miré al frente, hacia atrás y a los costados, pero no había ningún caminante que yo conociera. "Quizás me pareció", pensé. Y me dispuse a continuar mi camino, pero esa voz me mataba, gritaba mi nombre, esa inconfundible voz pronunciando el nombre que más me gusta. Te vi subido en un taxi, te vi en aquél carrito y te saludé, mientras trataba de seguir caminando, pero dijiste, "sube" (como si me ordenaras). "No te preocupes", respondí muy amablemente (nunca he podido hablarte de otro modo). "sube", volviste a ordenarme, y yo obedecí (como siempre lo he hecho y estoy dispuesta a seguir haciéndolo). Te ofreciste a llevarme a mi casa, casi me regañas por haber estado caminando sola y a altas horas de la noche por la calle. Me encantaba escuchar tus regaños, me fascinaba que te preocuparas tanto por mí. Fue el día más feliz de mi vida, aunque nunca escuché decir lo que quise escuchar, pero es harto conocido que no siempre se puede tener todo lo que uno quiere.
Yo seguiré cerca a ti, aunque nunca lo suficiente, aún así te (per)seguiré, esperando poder ser tu amiga, un día de éstos. No espero más, soy realista, sólo anhelo ser tu amiga, nada más.
Atte., tu admiradora (no tan) secreta.
viernes, 24 de junio de 2011
¿Vuelves?
Ahora sé que me descubriste, sé que no pude ocultarlo más. Quise llenarte de detalles y que nunca supieras lo que siento. Quise que te dieras cuenta que existo. Ahora sabes quién soy, pero por ese mismo motivo te alejas cada vez más. Nunca quise tenerte lejos. Te has dado cuenta de mi cariño y ahora no sé cómo disimular. No sé cómo hacer que te olvides de lo que has visto, olvídate de lo que te has percatado.
Soy capaz de decirte que no te quiero, te juraría que nunca te quise y nunca volveré a hacerlo, pero no te alejes, no me dejes sin tu presencia, ten piedad de mí. No quiero tener más días tristes.
Soy capaz de decirte que no te quiero, te juraría que nunca te quise y nunca volveré a hacerlo, pero no te alejes, no me dejes sin tu presencia, ten piedad de mí. No quiero tener más días tristes.
viernes, 17 de junio de 2011
u.u
Y de pronto...te hiciste notar, sólo tú, con esos ojitos de oso y tu frente que va avanzando cada día más. Y yo, yo no consigo que notes mi presencia, porque aún no sabes que existo (para ti).
No te diré más, aunque en realidad no te he dicho nada.
Atte., tu admiradora (no tan) secreta.
No te diré más, aunque en realidad no te he dicho nada.
Atte., tu admiradora (no tan) secreta.
martes, 10 de mayo de 2011
Cogito ergo sum: Pienso, luego existo
No pude evitar pensar en lo falso que resulta esta frase en nuestro Perú actual, porque al parecer, el peruano promedio actual ha cambiado a: Existo, y si tengo tiempo, a veces, pienso.
No pude evitar pensar en esta frase, que quizá con un poco de sorna, tal vez con un poco de burla intenta fotografiar nuestra situación actual, porque creo firmemente que debemos empezar a pensar para darnos cuenta que en verdad existimos, que en verdad podemos expresarnos y que el mundo se dé cuenta que existimos peruanos que tenemos la capacidad de pensar, razonar y opinar.
Peruanos que tenemos la capacidad de recordar, sí, que podemos recordar qué sucedió un cinco de abril del año 1992, recordar qué pasó en La Cantuta, hacer memoria para decir quién fue el que quiso re-re elegirse fraudulentamente, recordar quién renunció por fax a la Presidencia de nuestro amado país, recordar quién compró a los canales de televisión, a la prensa chicha (o amarilla), y por último, recordar quién acompañó al hombre que hizo todo esto, como su primera dama, mientras su madre era torturada en el sótano...creo que no es muy difícil saber de quién estoy hablando...la señora Keiko Fujimori que hace poco se le vio en TV en la propaganda por el día de la madre es la mujer que no respetó ni cuidó de su propia madre, es la mujer que acompañó a su padre como la primera dama, es la mujer que supo todo lo que su padre hacía, desde comprar a un canal hasta mandar matar a los "estudiantes terroristas", la misma mujer que disfrutó de una buenísima educación en el extranjero y que le costó a nuestro Estado (hasta ahora no han podido probar de dónde salió todo el dinero que gastó). Y lo más increíble es que, según algunas encuestadoras, esta mujer está en primer lugar de las preferencias de los electores.
Por favor, pensemos, opinemos, y sobretodo recordemos, luego existamos. Y que todos puedan notar que, verdaderamente, existimos.
No pude evitar pensar en esta frase, que quizá con un poco de sorna, tal vez con un poco de burla intenta fotografiar nuestra situación actual, porque creo firmemente que debemos empezar a pensar para darnos cuenta que en verdad existimos, que en verdad podemos expresarnos y que el mundo se dé cuenta que existimos peruanos que tenemos la capacidad de pensar, razonar y opinar.
Peruanos que tenemos la capacidad de recordar, sí, que podemos recordar qué sucedió un cinco de abril del año 1992, recordar qué pasó en La Cantuta, hacer memoria para decir quién fue el que quiso re-re elegirse fraudulentamente, recordar quién renunció por fax a la Presidencia de nuestro amado país, recordar quién compró a los canales de televisión, a la prensa chicha (o amarilla), y por último, recordar quién acompañó al hombre que hizo todo esto, como su primera dama, mientras su madre era torturada en el sótano...creo que no es muy difícil saber de quién estoy hablando...la señora Keiko Fujimori que hace poco se le vio en TV en la propaganda por el día de la madre es la mujer que no respetó ni cuidó de su propia madre, es la mujer que acompañó a su padre como la primera dama, es la mujer que supo todo lo que su padre hacía, desde comprar a un canal hasta mandar matar a los "estudiantes terroristas", la misma mujer que disfrutó de una buenísima educación en el extranjero y que le costó a nuestro Estado (hasta ahora no han podido probar de dónde salió todo el dinero que gastó). Y lo más increíble es que, según algunas encuestadoras, esta mujer está en primer lugar de las preferencias de los electores.
Por favor, pensemos, opinemos, y sobretodo recordemos, luego existamos. Y que todos puedan notar que, verdaderamente, existimos.
viernes, 6 de mayo de 2011
Olor....
Iba en la combi sentada junto a una joven, calculé que debía tener unos trece años de edad. Cinco minutos después de haber subido me percaté de un olor que era propio de la chica, pero me era conocido y mi olfato no lograba identificar qué era. Me quedé sentada a su lado un promedio de dos minutos más, hasta que no pude más y me pasé al asiento del costado. Mientras tanto, mi olfato trataba de comunicarse con mi mente, tratando de esquivar los ruidos de la radio, y los pensamientos del recuerdo, y la tristeza que distraía en demasía a mi mente. Finalmente, mi olfato se comunicó con mi cerebro, y éste con mi memoria olfativa. Caí en la cuenta que ese olor era muy conocido para mí, muy familiar, pero hace algún tiempo que había quedado en el recuerdo. Bajé de la combi y ese olor aún estaba presente en mi mente. Seguí caminando. Mientras llovía me imaginaba a la chica mojándose, tratando de perder ese olor sin perderlo. No entenderá porqué no lo pierde, tal como yo no entendía hasta que te conocí, entonces lo perdí, cuando decidí mirar la mano que me ofrecías a cada momento y que yo siempre ignoré. Porque antes de saber quién eras, yo olía igual, antes de que decidiera quedarme a tu lado, ése era mi olor característico, me podía bañar mil veces, mojarme bajo la lluvia toda la noche, pero no perdía ese olor. Olía…apestaba a…a soledad.
Trujillo, 15 de abril de 2011.
10:22pm
Trujillo, 15 de abril de 2011.
10:22pm
jueves, 21 de abril de 2011
Sin título
El sol empieza a iluminar mi mañana, prefiero mirarte a ti. Aún no puedo ver con claridad, pues parece que el astro rey está tímido hoy. Es una pena que no tengas luz propia, pero aún te puedo ver bien. Aún estás libre y...y, ¡caramba! ni siquiera puedes expresarte, aunque quizá sí te expresas, pero yo no te entiendo. Tampoco lo entendí a él, o tal vez él no pudo expresarse. Anoche brillabas, alumbrabas mi camino, ¿él brilló alguna vez?, sí, a veces me pregunto lo mismo, pero sí alumbró mi camino, o mas bien alumbró su camino y yo iba pasando por ahí. La verdad es que al igual que tú, él no tenía luz propia, nunca pudo brillar por sí mismo, pero eso no me importó, nunca se lo reproché.
Empiezas a desvanecerte, te pierdes entre las nubes. Esperaré hasta la noche. Y es que anhelo verte, aunque es mejor verte de mañana, verte cuando ya te vas. Lo mejor de verte ir es saber que volverás, no tienes opción. Sin embargo, él sí tuvo opción y, una vez más, eligió mal, se fue prometiendo no volver.
Pero tú, tú siempre volverás, redonda, y tan blanca o amarilla, como quieras vestirte. ¡Te veo más tarde, luna!
Empiezas a desvanecerte, te pierdes entre las nubes. Esperaré hasta la noche. Y es que anhelo verte, aunque es mejor verte de mañana, verte cuando ya te vas. Lo mejor de verte ir es saber que volverás, no tienes opción. Sin embargo, él sí tuvo opción y, una vez más, eligió mal, se fue prometiendo no volver.
Pero tú, tú siempre volverás, redonda, y tan blanca o amarilla, como quieras vestirte. ¡Te veo más tarde, luna!
miércoles, 13 de abril de 2011
:(
Hoy me cansé de ti. Y es que no sé si me quieres un poquito al menos. Y es que te quiero demasiado, pero este amor me está haciendo daño y no tengo fuerza de voluntad para alejarme de ti.
Quise que seas la persona especial que mi vida necesita, pero tú nunca te enteraste de esto. Y ahora, ya no sé quién eres, pero sé muy bien quien quiero que seas.
Pienso que eres demasiado egoísta para darte cuenta que estoy pensando en ti, demasiado ególatra para fijarte en mi sufrimiento.
Ya perdí la cuenta de cuántas veces me has fallado. Tú nunca lo supiste, pero yo confiaba en ti, creía en ti. En realidad, no he dejado de creer en ti, aunque ahora diga que no creo en nadie. Sigo esperando las migajas de tu buena voluntad. Porque creo que la buena voluntad vive en ti, quizás oculta, pero existe.
No intento llamar tu atención desde aquí, quizá nunca leas esta entrada, ya qué más da.
Quizá nunca entiendas lo mucho que te quiero. Quizá nunca sepas lo mucho que hice por ti. Todo lo que hice para que correspondieras este amor, pero no lo he conseguido, y, al parecer, el lugar que quise para mí ya está ocupado.
Tal vez deba dejar de pensar en ti. Quizá deba dejar de ver tu nombre en mi celular o buscarte en el msn, debería borrar los pocos recuerdos que me persiguen desde la lejanía. Hoy me cansé de ti.
Mañana...volveré a buscarte.
Quise que seas la persona especial que mi vida necesita, pero tú nunca te enteraste de esto. Y ahora, ya no sé quién eres, pero sé muy bien quien quiero que seas.
Pienso que eres demasiado egoísta para darte cuenta que estoy pensando en ti, demasiado ególatra para fijarte en mi sufrimiento.
Ya perdí la cuenta de cuántas veces me has fallado. Tú nunca lo supiste, pero yo confiaba en ti, creía en ti. En realidad, no he dejado de creer en ti, aunque ahora diga que no creo en nadie. Sigo esperando las migajas de tu buena voluntad. Porque creo que la buena voluntad vive en ti, quizás oculta, pero existe.
No intento llamar tu atención desde aquí, quizá nunca leas esta entrada, ya qué más da.
Quizá nunca entiendas lo mucho que te quiero. Quizá nunca sepas lo mucho que hice por ti. Todo lo que hice para que correspondieras este amor, pero no lo he conseguido, y, al parecer, el lugar que quise para mí ya está ocupado.
Tal vez deba dejar de pensar en ti. Quizá deba dejar de ver tu nombre en mi celular o buscarte en el msn, debería borrar los pocos recuerdos que me persiguen desde la lejanía. Hoy me cansé de ti.
Mañana...volveré a buscarte.
miércoles, 6 de abril de 2011
Aceptando la feliz realidad
He aceptado mi triste realidad: soy una mala persona.
Pero hoy debo aceptar una muy feliz realidad: ¡Dios me ama así!
Sé que soy mala, pero también sé que Dios puede transformar mi malo e insensible corazón en uno de carne, que se sea sensible a su voz. Un corazón conforme al corazón de Dios. Un corazón agradable a Él.
Dios me ama, Él sabe que soy mala, pero su amor es más grande que mi maldad, es más grande que mi insensibilidad.
Por todo esto, hoy decidí mirar a AQUÉL que nunca me humillará, a AQUÉL que ha confiado en mí, y, aunque le fallé, está dispuesto a confiar en mí de nuevo.
Dios, heme aquí, soy barro, se Tú mi alfarero.
Él ha puesto sus ojos sobre mí, quiero mirarlo sólo a Él.
Pero hoy debo aceptar una muy feliz realidad: ¡Dios me ama así!
Sé que soy mala, pero también sé que Dios puede transformar mi malo e insensible corazón en uno de carne, que se sea sensible a su voz. Un corazón conforme al corazón de Dios. Un corazón agradable a Él.
Dios me ama, Él sabe que soy mala, pero su amor es más grande que mi maldad, es más grande que mi insensibilidad.
Por todo esto, hoy decidí mirar a AQUÉL que nunca me humillará, a AQUÉL que ha confiado en mí, y, aunque le fallé, está dispuesto a confiar en mí de nuevo.
Dios, heme aquí, soy barro, se Tú mi alfarero.
Él ha puesto sus ojos sobre mí, quiero mirarlo sólo a Él.
sábado, 2 de abril de 2011
Aceptando la triste realidad
Y cuando me di cuenta, soy una insensible. Es demasiado tarde para intentar sentir algo que sea diferente a este maldito egoísmo.
Caí en la cuenta que soy una mala hija, una mala estudiante, mala...mala persona.
Todo fue muy repentino. De pronto lo tenía frente a mí, regañándome, humillándome. Estaba llena de ira, de cólera, no podía sentir otra cosa...de pronto me fui y entonces, mi alma se entristeció. Mi corazón se retorcía de dolor en medio de un charco de lágrimas. Pero llegué a la triste conclusión de que él tenía razón: soy egoísta, irrespetuosa, mal educada...mala persona.
Caí en la cuenta que soy una mala hija, una mala estudiante, mala...mala persona.
Todo fue muy repentino. De pronto lo tenía frente a mí, regañándome, humillándome. Estaba llena de ira, de cólera, no podía sentir otra cosa...de pronto me fui y entonces, mi alma se entristeció. Mi corazón se retorcía de dolor en medio de un charco de lágrimas. Pero llegué a la triste conclusión de que él tenía razón: soy egoísta, irrespetuosa, mal educada...mala persona.
sábado, 26 de marzo de 2011
Te tuve tan cerca, pero estuvimos lejos
Hoy te vi, estabas más delgado que antes, quizá el trabajo, pensé, pero no pude evitar preguntarme si estarías enfermo.
Estabas a punto de cruzar la pista, esperé tranquilamente, me pregunté si de verdad quería verte y si quería que me vieras. Entonces, firmemente me dije: SÍ, claro que quiero verlo, definitivamente SÍ.
Cruzaste la pista y yo te esperaba para darte un abrazo, queria extender mis brazos y apachurrarte, pero llegaste a donde yo estaba y...te di un beso en la mejilla y un simple "hola" salió de mis labios. Mis brazos se desaparecieron.
Hasta ahora me pregunto porqué no pude abrazarte. ¿Temor?, es la respuesta más cercana, pero la más tonta también, pero sí, creo que fue temor, temor a que tú no respondieras ese abrazo, temor a que no te diera tanto, gusto como a mí, vernos después de tanto tiempo.
- Es el destino - dijiste sonriente.
- Sí, quizás - respondí, aunque yo no creo en el destino.
Tú ibas apresurado. Yo "hacía hora", pero tenia un lugar a donde llegar a "hacer hora".
Me hubiese gustado acompañarte, me hubiese encantado ir contigo, tan sólo verte hacer tus trámites. No pude, no tuve el valor.
En dos minutos nos estábamos despidiendo.
- Un gustazo verte - apenas dijiste.
- ¡Fue un gusto!
Otro beso en la mejilla y un "cuídate" salió de mí.
Estabas a punto de cruzar la pista, esperé tranquilamente, me pregunté si de verdad quería verte y si quería que me vieras. Entonces, firmemente me dije: SÍ, claro que quiero verlo, definitivamente SÍ.
Cruzaste la pista y yo te esperaba para darte un abrazo, queria extender mis brazos y apachurrarte, pero llegaste a donde yo estaba y...te di un beso en la mejilla y un simple "hola" salió de mis labios. Mis brazos se desaparecieron.
Hasta ahora me pregunto porqué no pude abrazarte. ¿Temor?, es la respuesta más cercana, pero la más tonta también, pero sí, creo que fue temor, temor a que tú no respondieras ese abrazo, temor a que no te diera tanto, gusto como a mí, vernos después de tanto tiempo.
- Es el destino - dijiste sonriente.
- Sí, quizás - respondí, aunque yo no creo en el destino.
Tú ibas apresurado. Yo "hacía hora", pero tenia un lugar a donde llegar a "hacer hora".
Me hubiese gustado acompañarte, me hubiese encantado ir contigo, tan sólo verte hacer tus trámites. No pude, no tuve el valor.
En dos minutos nos estábamos despidiendo.
- Un gustazo verte - apenas dijiste.
- ¡Fue un gusto!
Otro beso en la mejilla y un "cuídate" salió de mí.
jueves, 17 de marzo de 2011
Yo confieso...culpable, pero ¡feliz!
Cuántas ganas de llamarte, cuántas ganas de mantener esa conversación que siempre quise tener contigo, que a veces iniciabas, pero que tímidamente yo rechazaba, aunque me moría por hablar del tema, me moría por decírtelo, pero nunca pude. Nunca pude aceptar tus acusaciones, esas que dejabas ofreciendo una prueba indiciaria contundente. Hasta quise denunciarte por calumnia, pero cuando me sometieran al detector de mentiras sabrían que yo era culpable, sabrían que tus acusaciones siempre fueron ciertas.
Detestaba tanto que me acusaras con tanta certeza, pero ahora que ya no te oigo hacerlo, extraño tu voz, extraño tu antipático ego.
Sé que no te volveré a ver. Aunque siempre te escucharé, quizá en otra persona, quizá en otro rostro, tal vez...en otra voz.
Me sigo imaginando tu cara si yo hubiera aceptado mi culpabilidad frente a ti, si le hubiera dado crédito a tus acusaciones. ¿Qué hubieras dicho? No, no quiero saberlo, nunca quise que me lo dijeras, por eso nunca te dije que sí era culpable. Siempre fui culpable, desde antes que me acusaras, yo ya era culpable. Y, creo que, aún lo sigo siendo.
Me acojo a la confesión sincera, a la colaboración eficaz, a lo que quieras, pero no me dés ningún beneficio penitenciario. Me declaro culpable. Merezco la condena que me corresponde. Según las leyes de mi corazón, sería cadena perpetua a tu lado.
No, sé que no me condenarás, aunque tanto quisiera, sé que no. Por eso callé todo este tiempo.
Por eso, ahora sigo libre, y seguiré así. ¡Libre!, ¡feliz!, sin ti.
Detestaba tanto que me acusaras con tanta certeza, pero ahora que ya no te oigo hacerlo, extraño tu voz, extraño tu antipático ego.
Sé que no te volveré a ver. Aunque siempre te escucharé, quizá en otra persona, quizá en otro rostro, tal vez...en otra voz.
Me sigo imaginando tu cara si yo hubiera aceptado mi culpabilidad frente a ti, si le hubiera dado crédito a tus acusaciones. ¿Qué hubieras dicho? No, no quiero saberlo, nunca quise que me lo dijeras, por eso nunca te dije que sí era culpable. Siempre fui culpable, desde antes que me acusaras, yo ya era culpable. Y, creo que, aún lo sigo siendo.
Me acojo a la confesión sincera, a la colaboración eficaz, a lo que quieras, pero no me dés ningún beneficio penitenciario. Me declaro culpable. Merezco la condena que me corresponde. Según las leyes de mi corazón, sería cadena perpetua a tu lado.
No, sé que no me condenarás, aunque tanto quisiera, sé que no. Por eso callé todo este tiempo.
Por eso, ahora sigo libre, y seguiré así. ¡Libre!, ¡feliz!, sin ti.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Sentencia
Alguien en algún lugar, en algún huso horario sabe de qué hablo:
AUTOS Y VISTOS, dado cuenta con la amistad que antecede desde que te conozco y para siempre; Y CONSIDERANDO, PRIMERO: que, Dios dice: "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos", lo cual indica que Dios confía en ti; SEGUNDO: que, es de acero inoxidable, lo cual quiere decir que es resistente a la corrosión, es decir, no se va a dañar; TERCERO: que yo tengo una plaquita igualita, pero diferente. Por los considerandos anteriores, y según la potestad que me confiere la confianza que hay entre nosotros, FALLO de la siguiente manera: DÉSE POR HECHO que Dios siempre confía en ti y espera que siempre confíes en Él; DECRETAR que nuestra amistad también será inoxidable, así como esta plaquita de acero; y ORDÉNESE que cada vez que veas esa plaquita, recordarás que yo tengo una igual.TQM
martes, 8 de marzo de 2011
Ayer, hoy y mañana
Ayer te vi:
De lejos, como siempre, como nunca me gustó estar. Mi cerebro le ordenó a mis ojos que dejaran de mirarte y en un segundo buscaban en qué entretenerse. Temía que tus ojos descubrieran a lo míos mirándote. Por segunda vez, mi cerebro le ordenó a mis ojos que dejaran de mirarte, ya no podía hacer nada. Habías desaparecido. No estabas solo, fue lo único que pude recordar. Mis ojos te buscaban incansablemente. La búsqueda dio frutos, te encontré justo a la salida, y mis ojos te siguieron hasta que te perdiste fuera de la puerta. Mis piernas querían correr hasta la puerta, pero eran obedientes a mi cerebro.
Hoy pensé en ti:
Como siempre lo he hecho, y como nunca he podido evitarlo. Bastó con verte una vez más para convencerme que no llegó el fin, para comprender que anhelo que llegue el fin, pero es difícil lograrlo. Para entender que mi cerebro dice "¡olvida!" mientras el resto de mí pronuncia tu nombre, busca tu silueta y anhela una sonrisa tuya.
Mañana:
Ya veremos qué pasa mañana.
De lejos, como siempre, como nunca me gustó estar. Mi cerebro le ordenó a mis ojos que dejaran de mirarte y en un segundo buscaban en qué entretenerse. Temía que tus ojos descubrieran a lo míos mirándote. Por segunda vez, mi cerebro le ordenó a mis ojos que dejaran de mirarte, ya no podía hacer nada. Habías desaparecido. No estabas solo, fue lo único que pude recordar. Mis ojos te buscaban incansablemente. La búsqueda dio frutos, te encontré justo a la salida, y mis ojos te siguieron hasta que te perdiste fuera de la puerta. Mis piernas querían correr hasta la puerta, pero eran obedientes a mi cerebro.
Hoy pensé en ti:
Como siempre lo he hecho, y como nunca he podido evitarlo. Bastó con verte una vez más para convencerme que no llegó el fin, para comprender que anhelo que llegue el fin, pero es difícil lograrlo. Para entender que mi cerebro dice "¡olvida!" mientras el resto de mí pronuncia tu nombre, busca tu silueta y anhela una sonrisa tuya.
Mañana:
Ya veremos qué pasa mañana.
viernes, 4 de marzo de 2011
¡¡¡Ya vete!!!
Hoy desperté y me miré al espejo. Tu silueta me miraba de espaldas (nunca lo hiciste de frente). Cuando volteé el rostro, quise mirarte, o al menos besarte, tan solo acariciarte. Tu imagen ya se había desvanecido. Simplemente desapareciste. Como siempre.
No sé cómo pedirte que regreses, si en realidad nunca estuviste aquí, pero tu imagen ha vivido conmigo largo tiempo.
Ocupas demasiado espacio, y sabes que no miento. Mientras pienso en que debo dejar de pensar en ti, se me termina el día, la semana, el mes, el año...se me acaba la vida y sigo pensando en ti y en tus palabras, esas palabras que salen de tu boca cual daga es clavada en el corazón del enemigo. Las palabras qeu salen del vacío y llegan a mí y que ahora sé que regresaron al vacío, porque ya ni las recuerdo.
Apenas recuerdo tu rostro, ya no sé cómo era tu sonrisa y tus ojos...quizá estaba ciega.
En verdad, aunque no lo creí, llegó el FIN y me alegra.
No sé cómo pedirte que regreses, si en realidad nunca estuviste aquí, pero tu imagen ha vivido conmigo largo tiempo.
Ocupas demasiado espacio, y sabes que no miento. Mientras pienso en que debo dejar de pensar en ti, se me termina el día, la semana, el mes, el año...se me acaba la vida y sigo pensando en ti y en tus palabras, esas palabras que salen de tu boca cual daga es clavada en el corazón del enemigo. Las palabras qeu salen del vacío y llegan a mí y que ahora sé que regresaron al vacío, porque ya ni las recuerdo.
Apenas recuerdo tu rostro, ya no sé cómo era tu sonrisa y tus ojos...quizá estaba ciega.
En verdad, aunque no lo creí, llegó el FIN y me alegra.
viernes, 18 de febrero de 2011
Fin
Y llegó el final de una historia que nunca tuvo inicio.
Le llegó el final a nuestra historia, aquella historia sin fin que tejimos, perdón, que yo tejí, y que tú te encargabas de destejer cada vez que tenías oportunidad.
Insistías en ser nadie para mí y ahora que llegó el final, lo has conseguido.
Te declaro ganador, porque, una vez más, yo he perdido. Pero ten en cuenta que aunque seas el ganador, me perdiste, perdiste la mejor historia sin fin que pudimos haber escrito.
Nunca entenderé porqué nunca quisiste compartir mi pluma y dibujarme con tinta indeleble en tu corazón o al menos en tu piel.
jueves, 17 de febrero de 2011
Sin querer...
Sin quererlo tú, llegaste a ser el idiota que siempre quise.
El que me hacía cantar acallando mi voz desafinada y que aún me despierta con una sonrisa boba.
Sin quererlo tú, tu reflejo permanece conmigo a cada momento. Tu reflejo que es tan distinto a ti. Tu reflejo que me mima siempre.
Sin quererlo yo, has llegado a ser el idiota que he dejado de querer.
El que me hizo daño y lastimó mi corazón.
Y yo, yo he llegado a ser la idiota de la que te dio placer burlarte, he llegado a ser la tonta que se dejó lastimar por ti.
Oficialmente, sin quererlo yo… ¡te quiero lejos!
El que me hacía cantar acallando mi voz desafinada y que aún me despierta con una sonrisa boba.
Sin quererlo tú, tu reflejo permanece conmigo a cada momento. Tu reflejo que es tan distinto a ti. Tu reflejo que me mima siempre.
Sin quererlo yo, has llegado a ser el idiota que he dejado de querer.
El que me hizo daño y lastimó mi corazón.
Y yo, yo he llegado a ser la idiota de la que te dio placer burlarte, he llegado a ser la tonta que se dejó lastimar por ti.
Oficialmente, sin quererlo yo… ¡te quiero lejos!
miércoles, 9 de febrero de 2011
Simplemente...¡gracias!
Hoy comenzamos de nuevo, me encantó el reencuentro, sigues tan lindo como siempre; simplemente bello.
Pude ver tu sonrisa cuando me miraste, pudiste notar mi alegría al abrazarte. Tanta ternura, cariño…realmente me amas.
Pensé que, quizás, todo lo que hice durante el tiempo que te dejé había hecho que dejes de amarme. Imaginé que te habías ido. Pero la que se fue fui yo. Fui yo quien te dejé, pero nunca dejé de amarte, tú lo sabes. Aunque llegué a pensar que ya no sentía nada por ti, me di cuenta que eres mi primer amor y siempre serás mi nuevo amor.
Tú nunca te fuiste, siempre estuviste esperándome. Nunca entendí tu amor, nunca supe porqué me amas tanto.
Porque él se fue y yo ya no quiero que vuelva, ya no lo amo, tal vez nunca lo amé. No estoy dispuesta a esperarlo.
Y, quizás, porque él se fue es que yo vuelvo. No lo sé, o no quiero saberlo. “Ya no importa”, me dices, “lo importante es que estás aquí”.
Y es cierto, aquí estoy, dispuesta a quedarme contigo, sin opción de irme, sin querer mirar la puerta de salida. Sólo quiero tener mis ojos puestos en ti, porque en mí has posado tus ojos.
¡Te amo mi Dios!
Atte., tu hija, quien no puede dejar de amarte y está totalmente agradecida.
Trujillo, 09 de febrero de 2011.
domingo, 6 de febrero de 2011
"El tipo del micro"
En el asiento último del micro, no había otro desocupado. Ahí donde te sientas y los baches te golpean todo.
Hay un personaje peculiar sentado a mi lado. Tiene un papel en sus manos, lo miro de reojo, parece que escribe.
Es un señor de edad avanzada (no quiero llamarle viejito) tiene una camisa verde y un pantalón que en algún tiempo fue de drill, ahora está gastado por el pasar de los años, usa unos tirantes que en otros tiempos eran muy elegantes. Y una gorra para cubrirse del sol de medianoche.
No puedo seguir mirando de reojo, debo ver su papelito, quiero desesperadamente, leer lo que escribe, anhelo mirar a sus ojos y saber cómo hace para inspirarse en un micro lleno de gente sudorosa y cercana una de otra. Y me preguntaba cómo es que un tipo de su edad aún pudiera escribir, seguro que, lúcidamente.
Volteo mi cara y mis ojos se dirigen a su papelito, totalmente emocionada...no puedo leerlo. Quizá sea otro idioma, no lo creo o no lo conozco. Veo su papelito y quisiera reírme de mí misma, pero siento vergüenza.
Tiene su papelito lleno de puntos, puntos, puntos y más puntos...algo así como los quipus, creí entender.
Hay un personaje peculiar sentado a mi lado. Tiene un papel en sus manos, lo miro de reojo, parece que escribe.
Es un señor de edad avanzada (no quiero llamarle viejito) tiene una camisa verde y un pantalón que en algún tiempo fue de drill, ahora está gastado por el pasar de los años, usa unos tirantes que en otros tiempos eran muy elegantes. Y una gorra para cubrirse del sol de medianoche.
No puedo seguir mirando de reojo, debo ver su papelito, quiero desesperadamente, leer lo que escribe, anhelo mirar a sus ojos y saber cómo hace para inspirarse en un micro lleno de gente sudorosa y cercana una de otra. Y me preguntaba cómo es que un tipo de su edad aún pudiera escribir, seguro que, lúcidamente.
Volteo mi cara y mis ojos se dirigen a su papelito, totalmente emocionada...no puedo leerlo. Quizá sea otro idioma, no lo creo o no lo conozco. Veo su papelito y quisiera reírme de mí misma, pero siento vergüenza.
Tiene su papelito lleno de puntos, puntos, puntos y más puntos...algo así como los quipus, creí entender.
viernes, 4 de febrero de 2011
u_u
Saber que eres un idiota me hace recordar que debo olvidarte. Al saber que me has lastimado me pregunto qué vi en ti, cómo llegué a mirarte al menos.
Cuando todos me decían NO, yo solía decirles: sí, es él.
Muchas veces quisieron que abriera los ojos, yo sólo los abría para mirarte.
Me dejé llevar por ti, por tu sonrisa; por tu mirada que solía guiar mis pasos.
Sabía que todo llegaría a su fin, lo que no imaginé es que sería yo quien le pusiera fin. Pero gracias a ti, gracias por portarte como un idiota, gracias por librarme de ti mismo. Gracias por ser quien nunca esperé que fueras.
Adiós (creo que es la palabra exacta).
Cuando todos me decían NO, yo solía decirles: sí, es él.
Muchas veces quisieron que abriera los ojos, yo sólo los abría para mirarte.
Me dejé llevar por ti, por tu sonrisa; por tu mirada que solía guiar mis pasos.
Sabía que todo llegaría a su fin, lo que no imaginé es que sería yo quien le pusiera fin. Pero gracias a ti, gracias por portarte como un idiota, gracias por librarme de ti mismo. Gracias por ser quien nunca esperé que fueras.
Adiós (creo que es la palabra exacta).
domingo, 30 de enero de 2011
Vuelves...
Hoy volviste, te sentaste a mi lado y tomaste mi mano. Sentí un frío correr por mi brazo, lentamente se iba desplazando hasta mi mente, mi mente que se pierde en tu existencia, mi mente que anda pegada a ti, sin que tú estés con ella.
Me dejaste volar por un momento y abrazaste mi soledad con tu mano.
En ese momento te entregué todo de mí y te lo llevaste. Mañana me preguntaré, cuándo me lo devolverás, aunque no puedo negarte que no quiero que me lo devuelvas, pero no sé si tú quieras quedártelo, no sé si quieras quedarte.
Quizá te irás otra vez. Y no te detengo, pero regresa, siempre, regresa. Vuelve a mi lado, siéntate un momento. Yo disfrutaré ese momento y lo recordaré siempre. Viviré de recuerdos, pero viviré contigo, pues tu presencia siempre estará conmigo, aunque tú no estés aquí.
Ya volviste. Ya sé que vuelves para irte y te comprendo y sigo esperando tu próximo regreso.
Me dejaste volar por un momento y abrazaste mi soledad con tu mano.
En ese momento te entregué todo de mí y te lo llevaste. Mañana me preguntaré, cuándo me lo devolverás, aunque no puedo negarte que no quiero que me lo devuelvas, pero no sé si tú quieras quedártelo, no sé si quieras quedarte.
Quizá te irás otra vez. Y no te detengo, pero regresa, siempre, regresa. Vuelve a mi lado, siéntate un momento. Yo disfrutaré ese momento y lo recordaré siempre. Viviré de recuerdos, pero viviré contigo, pues tu presencia siempre estará conmigo, aunque tú no estés aquí.
Ya volviste. Ya sé que vuelves para irte y te comprendo y sigo esperando tu próximo regreso.
miércoles, 26 de enero de 2011
Sucedió esta tarde...
Una chica está en cuclillas en pleno óvalo papal, hay un maletín a su lado, de esos que llevan las ejecutivas, pero que no va muy bien con la chica porque va con una ropa muy relajada.
Me llamó mucho la atención verla, ¿quién se sienta en cuclillas en pleno óvalo papal? Sí, puede ser para amarrarse los pasadores del zapato o zapatilla. Veo su pie, y, efectivamente, veo su pie, no lleva zapatos cerrados sino unas sandalias.
Iba caminando preocupada, pensando en las cosas que debió hacer hoy y que no hizo, lo que no debió hacer hoy y ya lo hizo, en las cosas que tendrá que hacer mañana y quizá tampoco hará y también pensaba en las que sí hará.
Caminaba a su destino, la universidad, pero antes debía hacer escala yendo a visitar a una alta ejecutiva de una empresa no muy importante. A dos cuadras del óvalo papal, allí estaba la empresa. Terminó su visita y se dirigió a la universidad.
¡Plum!, ¡plum! "Normalmente mis sandalias suenan cuando camino", pensó, "pero no suenan tan fuerte".
Miró para ver qué pasaba, quizá, como le había pasado antes, se había pegado una piedrita. Quizá, era alguna otra cosa.
Miró, mientras seguía caminando, sus sandalias. ¡Noooooooo! - pensó.
Miró su reloj, vio que le quedaban menos de diez minutos para llegar a la universidad y pensó que no podría hacer nada. Pensó en no hacer nada. Tenía un trabajo que presentar a las cinco de la tarde, por lo que debía llegar a la universidad "como sea". Y así lo decidió.
Pasados dos segundos, ya no era muy fácil caminar.
Se iluminó el día, un rayo de sol cayó justo encima de un letrero: Supermercados METRO.
Ok, entraré, compraré y soluciono mi "problemita".
Ya no era fácil seguir caminando. Salió y ya el problemita iba haciéndose más grave. "No podré llegar hasta la universidad. Debo arreglar esto ahora mismo".
Tuvo que detenerse, quedarse en cuclillas y solucionó el problema parcialmente.
Fue cuando la vi. ¡Vaya! Esas cosas que nos pasan a las mujeres.
Me llamó mucho la atención verla, ¿quién se sienta en cuclillas en pleno óvalo papal? Sí, puede ser para amarrarse los pasadores del zapato o zapatilla. Veo su pie, y, efectivamente, veo su pie, no lleva zapatos cerrados sino unas sandalias.
Iba caminando preocupada, pensando en las cosas que debió hacer hoy y que no hizo, lo que no debió hacer hoy y ya lo hizo, en las cosas que tendrá que hacer mañana y quizá tampoco hará y también pensaba en las que sí hará.
Caminaba a su destino, la universidad, pero antes debía hacer escala yendo a visitar a una alta ejecutiva de una empresa no muy importante. A dos cuadras del óvalo papal, allí estaba la empresa. Terminó su visita y se dirigió a la universidad.
¡Plum!, ¡plum! "Normalmente mis sandalias suenan cuando camino", pensó, "pero no suenan tan fuerte".
Miró para ver qué pasaba, quizá, como le había pasado antes, se había pegado una piedrita. Quizá, era alguna otra cosa.
Miró, mientras seguía caminando, sus sandalias. ¡Noooooooo! - pensó.
Miró su reloj, vio que le quedaban menos de diez minutos para llegar a la universidad y pensó que no podría hacer nada. Pensó en no hacer nada. Tenía un trabajo que presentar a las cinco de la tarde, por lo que debía llegar a la universidad "como sea". Y así lo decidió.
Pasados dos segundos, ya no era muy fácil caminar.
Se iluminó el día, un rayo de sol cayó justo encima de un letrero: Supermercados METRO.
Ok, entraré, compraré y soluciono mi "problemita".
Ya no era fácil seguir caminando. Salió y ya el problemita iba haciéndose más grave. "No podré llegar hasta la universidad. Debo arreglar esto ahora mismo".
Tuvo que detenerse, quedarse en cuclillas y solucionó el problema parcialmente.
Fue cuando la vi. ¡Vaya! Esas cosas que nos pasan a las mujeres.
martes, 25 de enero de 2011
snif u.u
Hay una banda de músicos, unas cuantas sillas blancas debajo de un toldo (por si llueve, me imagino). Es de noche y el parque está bien iluminado. El alcalde está llegando, anuncian. Todos llegan, el alcalde les pregunta (cuando todo están formados en fila como niños de primaria) "juráis por la patria...?", a lo que la junta vecinal responde: sí juro.
Realmente feliz por el dicurso de mi padre, presidente de la junta vecinal. Estoy sentada justo al final de toldo y al principio de donde ya no da el toldo, disfrutando de la noche, disfrutando de la música, disfrutando del aire libre y la naturaleza (la flora y la fauna). Es justo en ese momento que la fauna decide manifestarse y un pajarito (quién sabe dónde estaba exactamente) es el representante, el cual deposita su excremento exactamente en mi hombro. ¡¡¡Agggg!!! ¡Ni modo! A limpiar mi blusa y de frente a la lavandería.
Eso pasa en una democracia, cuando todos quieren manifestarse, incluso los animales, mandando a su debido representante.
Realmente feliz por el dicurso de mi padre, presidente de la junta vecinal. Estoy sentada justo al final de toldo y al principio de donde ya no da el toldo, disfrutando de la noche, disfrutando de la música, disfrutando del aire libre y la naturaleza (la flora y la fauna). Es justo en ese momento que la fauna decide manifestarse y un pajarito (quién sabe dónde estaba exactamente) es el representante, el cual deposita su excremento exactamente en mi hombro. ¡¡¡Agggg!!! ¡Ni modo! A limpiar mi blusa y de frente a la lavandería.
Eso pasa en una democracia, cuando todos quieren manifestarse, incluso los animales, mandando a su debido representante.
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