miércoles, 29 de diciembre de 2010

-.-

Camino pensando qué tan lejos estás. Camino pensando si te podré alcanzar. A decir verdad, tu silueta se va desvaneciendo. Te vas perdiendo entre la multitud, y pienso que no podré alcanzarte. "Quizá si corro". "Nooo". Creo que igual no te alcanzaré. No soy muy rápida. Mis piernas son torpes, a veces. Y, temo que si corro, puedo caerme, puedo lastimarme y tú no me verías, no estarías para ayudarme a levantar, no estarías para sanar mis heridas; aunque no sabes todas las heridas que ya has dejado. La verdad es que no sabes nada, aunque a veces te creías un sabio. ¿Recuerdas nuestras conversaciones?, cuando tú eras el sabelotodo y siempre acabábamos discutiendo, porque yo no cedía y tú menos aùn. Extraño tu terquedad, no me basta la mía.
Espero encontrarte un buen día, aunque sé que no volverás.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Espectacular final para un espectacular día

Llegamos de Puerto Chicama con nuestros bolsillos semivacíos, sólo encontramos una moenda de un nuevo sol, otra de cincuenta céntimos y dos de diez céntimos (el día domingo no es válido el pasaje universitario, ¡caracho!).
Estamos a una cuadra del óvalo larco, a la entrada de una farmacia, vamos a casa de Lady.
Lady: Ya está, nos subimos a un colectivo y como me conocen los del colectivo, le decimos que le pagamos al llegar, entro a mi casa y saco el dinero que falta.
Yo: podríamos intentar subir al micro y decirle: acá nomás vamos pes amiguito - mientras le damos nuestras pocas monedas -, y tú le guiñas el ojo Lady.
Lady: mejor esperamos un colectivo.
Yo: ok, pero es una opción, ¡eh!
Estuvimos un rato y los colectivos pasaban llenos. Llega un colectivo, tenía dos asientos libres, "ajá, llegó nuestra víctima", pensé. Antes que pudiéramos acercarnos si quiera, un chico se nos adelantó y se subió, lo odié por un momento. Los colectivos seguían pasando llenos o con un asiento libre.
Yo: hora de aplicar mi opción Lady.
Lady: ok, pero tú hablas.
Yo: aunque también podríamos sólo subir, no decir nada y cuando bajamos le pagamos y corremos, corremos, jeje.
Lady: prefiero tu primera opción, ahí viene uno, le hablas.
Subí yo primera y no le dije nada de nada al cobrador. Encontré dos asientos libres a lado del chofer y tomé posesión de ellos.
Lady: le dijiste, ¿no?
Yo: no, no le dije nada, me dio palta.
Lady: llamaré a mi mamá para que nos espere en la esquina.
Estábamos muy nerviosas y el chofer empezaba a mirarnos raro.
"Pasajes, pasajes" escucho decir. Oops, ¡ahora ps! Lady le paga y el cobrador se voltea, parece que lo cuenta, parece que no sabe contar, parece que es medio virolo (no ve bien ps), parece que es caballero, parece que le dimos pena. No dijo nada, nada de nada.
"Gracias" le dije al bajar.

viernes, 24 de diciembre de 2010

¡¡¡NAVIDAD!!!

En la calle vemos luces, en las casas siempre hay luces, el infaltable arbolito de navidad y el nacimiento armado de última hora.
Siempre deseando esperar la navidad con un pavo en la mesa, un par de panetones, el chocolate caliente y el champagne para brindar.
A veces en familia, a veces a solas, a veces con amigos.
Si faltara el pavo, si faltara el panetón o no hubiera chocolate caliente, ya no hay sabor a navidad.
¿Cómo es que se nos ha olvidado el verdadero sabor a navidad? La navidad debería tener sabor salvación, sabor a Cristo. No sé cómo fue que muchos no recordamos el verdadero significado de la navidad: un niño nació en Belén, creció y luego estuvo dispuesto a cumplir su misión, morir en la cruz y sufrir por nosotros, por amor a nosotros, todo por amor.
Y, hoy le agradezco un montón por amarme tanto, aunque sea un amor inmerecido.
Este blog les desea ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
Atte., Steýfer

sábado, 18 de diciembre de 2010

Despedida

Hoy supe que te fuiste. No me esperaste. Yo ansiaba tanto conocerte. Siempre quise saber más de ti. Quise ser tu amiga. Sólo quise que seas mi amigo. Quizá pedía poco, pero ese poco era todo para mí, porque nunca te hubiese podido querer de otro modo, nunca te hubiese pedido más.
Porque te quise querer, te quise amar como el amigo que quería que fueras. Tú no lo sabes, pero te hice una promesa, amarte como el amigo que me hubiera gustado que seas. Te lo prometí. Siempre en silencio, te lo dije todo en silencio.
Pero nada de eso importa, porque ya te fuiste. Ni siquiera me avisaste, te hubiera pedido que te quedes, pero nunca me dijiste que te irías. Sólo...sólo, ¡te fuiste!
Y yo nunca sabré más de ti, nunca sabré cómo eres, quién eres, nunca sabré nada de ti.
Esperaré que te conectes al msn, algún día, quizás a la distancia, pueda conocerte. Quizás a la distancia pueda saber más de ti. Quizá nunca me lo permitas, Tal vez nunca me dejes ser tu amiga, tal vez nunca llegues a ser mi amigo.
Un buen día me daré cuenta que ni pienso en ti. Un buen día me acordaré que ya no te recuerdo.
¡Que te vaya bien!

sábado, 11 de diciembre de 2010

La furia del mar

Si quisiera saldría y golpearía a muchos, quizás hasta mataría, pero siempre sale y vuelve, vuelve a su lugar, tranquilo otra vez. Con ese olor salado y su ruido cuasi silencioso y violento, con esa tranquilidad que me perturba.
Viene y va con una quietud intangible, con una quietud admirable.
Viene y va, sin desesperarse pensando si terminará de venir porque sabe que se volverá a ir.
Cada ola que revienta lo hace con tal paciencia que no sé si en verdad quiere reventar o creer que no tiene ningún apuro en reventar, creer que...¡sólo existe!
Absorbe la luz del sol y su energía queda en él, tendría suficiente energía para matar a la humanidad, pero...sólo viene y va...¡sólo existe!
No es como yo, como yo que dejo evidenciar mi furia; no es como yo que muestro mis lágrimas llenas de ira.
No es como yo; yo que...¡no existo!

domingo, 5 de diciembre de 2010

¡¡Por tu culpa!!

Hoy caminaba al paradero donde tomaría la combi que me traería de regreso a casa. (Pensaba en ti.)
Subo y no hay asiento, es muy tarde para bajarse, la combi ya arrancó. Claro, apenas pones un pie en la combi, el cobrador se trepa y grita "dale, dale". (Sigo pensando en ti.)
Ya a medio camino alguien se baja y..."por fin un asiento", pienso. Mientras estoy sentada, por la ventana, se logra divisar gran parte del horroroso paisaje de la ciudad. (Aún estás en mi mente.)
"Ooops", pienso, "me van a pasar".
- Baja en la esquina - alcanzo a decirle al cobrador.
"Baja en la esquinaaa", le grita al chofer, quien logra frenar intempestivamente.
Me bajo y camino rumbo a mi casa. Una cuadra, dos cuadras, tres, cuatro. Habré recorrido unas cinco cuadras y caigo en la cuenta que...¿alguien lo notó?
"¡¡¡¡No le pagué pasaje!!!!, ¡¡pero tampoco me cobró!!"
¡Caracho! Ando volada desde que ando pensando en ti.
Que pese en tu conciencia, hoy no pagué pasaje, porque me distraes demasiado.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Estás en mi mente, ¡caracho!

Hoy pienso en ti. Hoy pienso que quizá tu piensas en mí. Quizá hoy me recuerdes. Quizá todo sea mi imaginación producto de mi ilusión, de mi pasión por ti.
Sí, mi pasión por ti. Pasión de la cual tú no sabes nada, aunque tal vez, sólo tal vez...lo sospeches.
Vuelvo a ver tus ojos tímidos y sonrío. Sonrío sola, horas después que ya te has ido, cuando recuerdo esa mirada tímida que me intimida.
A menudo debo contener las ganas de llamarte. A menudo consigo excusas para no contener esas ganas y te llamo, y al menos puedo escucharte, al menos puedo oírte preguntar, "hola, ¿cómo estás?", para luego conversar de la excusa, coordinaciones, ja, ni yo me lo creo.
Espero que no te hayas dado cuenta, espero que aún no lo sepas.
No sé cómo acercarme a ti, no sé cómo ser tu amiga. Seguiré intentando, sólo...¡¡no te vayas!!

martes, 30 de noviembre de 2010

diálogo con alguien especial

- Te he esperado por mucho tiempo, sé que estás ocupada; pero, ¿podrías mirarme un momento?
- Ahora...estoy estudiando, luego debo trabajar. No tengo mucho tiempo, ¿sabes?
- Sé que estás estudiando, pero también sé que andas triste.
- ¿Yo?, ¿triste? - la muchacha intentó sonreír - no - afirmó, muy segura de sí misma -, si acabo de estar con mis amigos y la pasamos muy bien. No, yo no ando triste.
- He visto tus lágrimas mojar tu almohada, he visto tu llanto por las noches y he oído tus gritos silenciosos por la mañana.
- ¿Cómo sabes que he llorado?, estaba sola en mi cuarto.
- ¿Crees que no sé lo que te aflige?, sólo quiero oírlo de ti. Sólo quiero que tú vengas a mí.
- ¿Ir a ti?, pero eso no soluciona nada. Le he contado mis problemas a tantas personas, pero nadie puede ayudarme. ¿Crees que tú podrás hacerlo?
- Sólo si tú quieres.
- No sé si quiero. Seguro que ya pasa, no hay mal que dure cien años.
- No puedes llevar tus cargas tú sola. Ven y deja tus cargas en mí y descansa. ¿Sabes cuánto te amo? No quiero verte triste.
- Ok. ¿Cómo funciona?
- Sólo debes venir a mí, dejar que yo lleve tus cargas y dejar que yo viva en tu corazón, para eso debes aceptarme como tu Señor y Salvador. Yo perdonaré tus pecados...
- Y luego, ¿qué?, ¿así nomás?, ¿así de simple?
- El resto lo haré yo, siempre que tú me dejes.
- Pues...creo que eres Jesús, aquél judío al que crucificaron, creo que dejaste que te crucificaran para salvarme de mis pecados, y sé que te necesito. Te acepto como mi Señor y Salvador, perdóname por ser tan terca y por todo lo malo que he hecho. Te entrego mi vida y mi corazón (aunque tú sabes que anda muy apenado y tiene algunas heridas). Amén.
- ¿Sabes que ahora eres hija de Dios?
- ¡Qué orgullo serlo! Gracias.
- No sólo hay que serlo, sino también parecerlo.
- Sí ps, pero ayúdame ps, va a ser dífícil.
- En el mundo tendréis aflicción, pero confía, yo he vencido al mundo. (Evangelio de Juan 16:33)
- Qué chévere. Gracias. Confío en ti, ¡confío! =)

sábado, 27 de noviembre de 2010

Un sueño, otra realidad

Ayer te vi, ¿me recuerdas? Al menos sé que sí me recuerdas, sabes mi nombre, sabes quién soy. No sé si al menos puedo ser tu amiga, pero intentaré serlo. No sé si lo logre, pero estoy decidida a intentarlo.
Hoy quise llamarte, pero no lo hice. Sigo pensando en ti. Me dormí y tú estabas ahí, estabas tan lindo y tierno como siempre, mirando cómo yo dormía. Y yo te veía cómo tú me veías dormir. Y luego me viste, te percataste que yo estaba mirándote y...sonreíste, sólo sonreíste, mostrándome tu sonrisa tímida una vez más.
Hay muchas cosas que me pregunto sobre ti. Tantas cosas que aún no sé. Demasiadas cosas que me gustaría saber. ¿Me darás la oportunidad de conocerte?

lunes, 22 de noviembre de 2010

:(

Hoy lo supe. Llegaste a desconectar el cable. No puedo hacer más. Cómo me hubiera gustado poder hacer algo más, ya no puedo.
Esto dolerá un tiempo, pero como todo lo demás, pasará.

lunes, 8 de noviembre de 2010

No quiero desconectar el cable

Me niego a desconectar el cable. Me niego a desenchufar el televisor. No, no es que me guste gastar la luz.
El televisor seguirá prendido, mientras duerma, mientras cocine, cuando estudie, cuando lea una novela, cuando tome café sola, cuando esté sin ti, el televisor seguirá prendido, porque sólo entonces yo estaré contigo, aunque tú no estés aquí.
Si un día lo desenchufo, si un día lo desconecto, nunca me perdonaría el no volver a encontrar tu figura, no volver a ver tu silueta, y tu sonrisa, y tu cabello, y todo tú.
Cómo saber si cuando lo vuelva a prender aún estarás ahí, cómo saber que no perderé tu figura, cómo saber que no te dejaré de ver.
Prefiero que el televisor siga prendido, prefiero seguir escuchando tu voz, esa dulce voz que me arrulla cuando duermo, que calma mi lamento. Que alegra mis mañanas y que tranquiliza mis noches y acompaña mis amanecidas junto a un libro.
Aunque en el fondo espero que alguien pueda venir a desconectar el cable, no quiero deconectarlo yo. En el fondo, espero a esa persona. Espero que llegue y se atreva a desconectar el cable o me obligue a hacerlo.

sábado, 16 de octubre de 2010

Día de fiesta

Son las diez de la noche del 21 de mayo, todos esperamos que llegues con él. Sí, él es el principal cómplice y te ha llevado a cenar esta noche, cuando llegues todos gritaremos “¡sorpresa!” y te encantará todo, entrarás a tu habitación y te pondrás el vestido que espera por ti para lucirse en tu fiesta.
Un cartel anuncia tus cincuenta años, Yrma, se lee con letras doradas y llenas de escarcha. La sala se ha llenado de globos dorados y blancos. Él te tomará de la mano en esta noche especial, tu enamorado durante veinticinco años.
Los mariachis llegarán a la medianoche. Él y tus hijos te hemos preparado una fiesta a lo grande. Toda la familia presente y tus amigas reunidas aquí, hasta localizamos a tus amigas de la infancia, las del colegio, y las del instituto donde estudiaste secretariado. Será la fiesta perfecta, planeada hasta el más mínimo detalle.
Te emocionarás al ver a los mariachis, bailarás con él, el único amor de tu vida; con tu hijo mayor, tu orgullo, pues es un ingeniero de sistemas; luego, tu hijo menor, un reconocido periodista en el medio local y “muy pronto serás famoso a nivel nacional” solías decirle, además bailarán contigo tu hermano y tu cuñado. Al final, es de esperarse que jalarás a tus hijas a bailar, y yo muy avergonzada tendré que ir contigo a bailar lo que no sé bailar.
Todos los invitados están en la sala, esperando tu llegada. La música sonaba bajito, muy bajito, y las luces estaban prendidas a medias.

De repente escuchamos el ruido de un auto – el reloj da su última campanada de las once de la noche –, se estaciona en la puerta de la casa. Las luces se apagaron. Una puerta del carro se escuchó cerrar como un latigazo. Alguien introduce una llave en la puerta de la casa. Estamos listos para dar el grito…La puerta de mi habitación se abre y mi hermano grita desde fuera:
- ¡Alístate que ya es tarde! – parecía regañarme.
Me levanté y recordé que hoy iba a vestirme de negro, ir al cementerio con mis hermanos, llevar flores a tu tumba y agradecerle a Dios, porque todo este tiempo me hiciste falta, pero sólo Dios supo ayudarme y llenar este vacío que dejó tu muerte.
Aunque jamás te recordé, comprendo que nunca te olvidaré mamá.
Steýfer.
Trujillo, 23 de mayo de 2010.

miércoles, 13 de octubre de 2010

"el Perú soy yo"


Noticia de la semana: el Premio Nobel de literatura es peruano.
He visto un video donde Vargas Llosa dice que tuvo que esperar a que sea oficial porque pensó que era una broma.
Le llegó cuando su cabello ya no es gris, sino puramente blanco, quizá le llegó en un momento justo, quizá en un momento propicio, lo que sí sabemos es que le tomó por sorpresa, eso dijo él, muy modestamente. Yo pensé que nunca se lo darían, es cierto, es un escritor muy controvertido y que cuando opina no piensa agradar a nadie, no piensa en caer bien, sólo se manifiesta y ya, quizá me equivoque, quizá sea diferente la realidad, pero yo lo veo así.
He leído una sola obra de Mario Vargas Llosa (quizá sea vergonzoso decirlo, pero no es un escritor que haya despertado mucha curiosidad en mí), a pesar de ser peruano, es un autor que no he leído mucho, pero la obra que leí me sedujo, recuerdo que era época de exámenes, y me lo leí durante algunas madrugadas a la luz de mi lámpara, embelesada, me gustó, el nombre: la tía Julia y el escribidor.
El libro tiene una historia. Fue en la feria del libro, la última que hubo (literalmente la última =( causa pena). Vargas Llosa, invitado de honor, firmaba autógrafos. Así que decidí comprar un libro de él, para tenerlo autografiado, compré la Tía Julia y el escribidor, me lo firmó (sólo me lo firmó, porque ni siquiera le puso mi nombre, con cariño, ni nada). No lo leí inmediatamente, lo leí algún tiempo después, fue cuando me di cuenta que estaba fallado (mi libro firmado estaba fallado). Fui a la editorial a que me lo cambien, y así fue, pero obvio que el que me dieron no estaba con firma =(
En ese momento no dolió mucho, ahora es el premio nobel, tampoco duele mucho, pero si me causa pena, podría tener un libro firmado por un premio nobel, abuuu.
¡Felicitaciones al Perú!, porque "el Perú soy yo" dijo MVLL.

sábado, 9 de octubre de 2010

:(

Hoy he caído en la cuenta que dejaré de verte. No sé cómo, no sé porqué, pero intentaré buscar la forma, a escondidas, en pasillos oscuros, de manera muy apresurada y crear algún encuentro furtivo.
Sí, seguir viéndote, seguir escuchándote, y que sigas sin darte cuenta que existo! A veces, he pensado, me miras como si en verdad existiese, pero es en ese justo (mejor dicho injusto) momento en que veo que te dirigías a la persona que iba a mi lado.
Mi mirada va mirar al vacío, si mis ojos no te encuentran cerca. Mi oídos rehusarán ser antenas, si tu voz no es la señal.
Un encuentro furtivo, de pocos segundos, me contentaré con eso, muy pronto, me contentaré con nada.
Te olvidaré, es un pacto que firma hoy mi corazón con lágrimas color trasparente rojizo.
Gracias por haberme permitido quererte en silencio.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

u.u

A veces parece que sí existo, pero otras veces, no me miras, no me tocas, no me sientes.
A veces sólo me miras. A veces, a veces, sólo te miro.
A veces no me miras. A veces, a veces, sólo quiero tocarte.
A veces, sólo quiero sentirte.
Prefiero pensar que a veces, sí existo para ti.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Sin mí...contigo

A veces te veo, nunca me ves.
Tu mirada invade mi mente, sólo mi mente
Mi mirada invade tu alma,
tú no te percatas.
Mi alma te desea cerca,
tú evitas mi mirada.
Te alejas...te vas,
nunca estuviste aquí.
Volveré...quizás no,
tú seguirás yéndote,
sin importar cuánto yo...
cuánto yo te necesite.
Nunca necesitarás de mí,
me iré sin que sepas que estuve
sin que sepas cuándo llegué
sin que al menos me recuerdes.
Tu nunca te irás,
vivirás siempre en mí
amándote, odiándote,
despreciándote...vivirás.

domingo, 12 de septiembre de 2010

EXAMINÁNDOTE


Te contemplaba mientras mi examen yacía abandonado sobre mi carpeta. De pronto levantaste la mirada. Mis ojos avergonzados recordaron que tenían un examen por resolver.
Por un momento estuve pensando en mi examen, tratando de recordar lo que había leído mientras pensaba en ti.
Mis ojos vagaban por el resto del salón, pero no pudieron alejarse de ti. Otra vez miraste. Mis ojos tímidos se quedaron por un segundo, quizás fueron dos.
Mis sentidos no querían ver el examen. Mis ojos se cerraban y pensaba en ti.
De pronto, mi lápiz rodó por el piso. Te acercaste alcanzándomelo, me miraste y susurraste:
- ¿Te veo esta noche? – tu sonrisa permanecía intacta.
- Te espero donde siempre – te dije, muy apresurada y en voz muy bajita.
- Gracias – dijiste, mientras guiñabas un ojo.
Un casi grito interrumpió:
- Faltan cinco minutos y acaba el examen – dijo el profesor en voz alta y sonriendo con gentileza.
Me di cuenta que no había terminado mi examen. En mi desesperación empecé a llenarlo y a marcar alternativas apresuradamente.
De repente te acercaste:
- Ya terminó el examen alumna – tu sonrisa permaneció intacta.
- Por supuesto profesor, ya había terminado – te dije mientras trataba de no mirarte más.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Caída ventral....o dental

Me encuentro cerca al arco, entrenando para un partido "importante", cuando trato de poner las manos en el piso es para levantarme, después que me he golpeado la boca, siento el dolor en los labios, siento la sangre correr por mi boca y caer al piso. Lo primero que pienso es...me fregué.
Mis manos (para variar) no sabían que debían haber tocado el piso para que no se lastimara mi rostro.
Ya me encuentro de pie, alguien me trae agua:
- Está caliente - digo.
- Es que es hervida, pero no importa. ¡Enjuágate nomás!
- Ya no sale sangre, creo que estoy bien.
- ¡Uy!, Steýfer, pasa que...parece que...¡se salió tu diente!
- ¡¡¿Qué?!!
Se agachó, el piso se había adueñado de mi diente, y como trofeo lo tenía mostrando (a casi nadie). Me dio mi diente y lo guardé en mi bolsillo. Pienso en lo gracioso que me veía guardando mi diente en el bolsillo, pero en ese momento no lo pensé, no hubiera podido reírme, me dolía el labio superior y de paso, también el inferior.
Aun ahora duele el labio y me veo ridícula con una ventana en mi boca.
- ¡Chimuela! - dicen a coro mis tías.
- Claro, ríanse de mi desgracia - les digo entre broma y en serio.
Sé que luego reiré, me reiré del episodio y se lo contaré a mis hijos (si llegan a existir) y a mis nietos (si los llegan a procrear).
¡Qué día!, sólo queda pensar en mañana y en la semana siguiente, cuando el dentista termine de acomodar mi diente. Y quede como si no hubiera pasado nada.
¡Gracias Dios por este día! ¡Pudo haber sido peor, pero gracias Dios por guardar mi vida!

domingo, 18 de julio de 2010

Hace algún tiempo....

Hoy toqué tu mano, en verdad, fue muy superficial, sólo rocé tu dedo, uno de tus dedos, casi ni lo sentiste, casi ni...ni te importó. No existo para ti, no estoy en tus pensamientos, no estoy en tu memoria. ¿Sabrá mi nombre?, me pregunto a veces y con temor me muerdo la lengua para no contestarme. No quiero escucharme decirme a mí misma que no sabes quién soy, prefiero pensar que me conoces y me tomas en cuenta, prefiero pensar que al menos me reconoces si me ves, que al menos recuerdas mi rostro, mi rostro tímido que nunca expresará nada al mirarte.
¿Será verdad que puedo ver ternura en tus ojos? cuando sólo noto tu seriedad, tu enojo, a veces, tu molestia por una u otra cosa.
Pero cuando sonríes, ¡vaya!, cuando sonríes todo cambia, el día se ilumina, y eso que normalmente te veo de noche, pero aún así puedo ver luz en tu sonrisa, pero esa luz va direccionada hacia otro camino, hacia otro rostro, no al mío.

domingo, 20 de junio de 2010

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!


Hoy quiero despertar y decirte ¡FELIZ DÍA! Porque cuando estuve enferma, te quedaste a mi lado, sanando mis heridas; cuando estuve triste has sido mi consuelo; cuando he estado angustiada, has sido mi tranquilidad y cuando me he sentido sola, tú me tomabas de la mano y me recordabas que estabas conmigo; cuando los demás me fallaban, me mostrabas que puedo confiar en ti.
Hoy quiero despertar y decirte ¡FELIZ DÍA PAPITO LINDO! Porque aún me pregunto, qué sería de mí sin tu presencia en mi vida. Qué sería de mí sin tu amor. Qué sería de mí si no tuviera un padre como tú. Tú que nunca me has abandonado, tú que eres el PADRE EJEMPLAR.
Hoy quiero despertar y decirte ¡TE AMO PADRE!, porque lo que soy hoy y lo que tengo es gracias a tu infinito amor y tu incomparable fidelidad.
Hoy quiero despertar y decirte LAS PALABRAS NO ALCANZAN. Porque a pesar de que muchas veces te he dicho que no quiero saber qué quieres para mí, muchas te he dicho que no eres quién para meterte en mi vida, aún así has seguido insistiendo, y has mostrado tanta paciencia conmigo.
Y es cierto que las palabras no alcanzan para describir tanto amor, porque quién soy yo para que tú me hayas hecho tu hija. Porque quién soy yo para que te acuerdes de mí, para que me tengas presente y para que me visites, ¿quién soy yo?
"""""""""""""""""""""""""""¡FELIZ DÍA PADRE CELESTIAL!"""""""""""""""""""""""""""""""

lunes, 10 de mayo de 2010

Día de la madre

Ayer bajé un video de una canción del youtube, pero para cargarlo al blog me estaba demorando, y me aburrí, así que mejor les dejo el link, y ustedes entran y la ven, y la escuchan, claro:
"Desde el cielo"
Escuché esta canción, me encantó y quise compartirla en este blog. Sucede que justo cuando escuché esta canción una pajita entró en mi ojo. Vaya!, esas pajita son tan inoportunas! Espero que disfruten la canción, como yo la disfruté.
Porque la presencia de una madre, a veces es vital, a veces imprescindible, y a veces...a veces es dolorosa. Pero ante la ausencia física o emocional de una madre, siempre estará Dios, siempre estará su amor, y eso lo sé, y le agradezco a Dios por eso.

martes, 4 de mayo de 2010

¡¡Dos por uno!!


Estamos en el baño del cine, a Lady se le antojó ir y...bueno pues..."aprovecharé para ir yo también". Salimos del baño directo a la sala 4, nombre de la película "Decisiones extremas" con dos actores que me encantan, pero que no recuerdo sus nombres (no soy buena recordando nombres de actores o cantantes, quizá poruqe nunca me dedico a saber sus nombres). En plena puerta nos recibe un muchacho vestido con su uniforme del cine, yo estaba un poco consternada, asustada, pero nada de esto se percibe en la ocuridad, se percibe el ruido de la película que ya ha empezado:
- ¿Desean algo?, ¿gaseosa, pan, triple? - dice el muchacho sin dejar de mirarnos.
- Una gaseosa - dice Lady con serenidad -. ¿Fanta, te parece bien? - me pregunta.
Yo aún estaba un poco asustada, pensé que...
- Claro, Fanta está bien. ¿Hace mucho ha empezado la película?
- Cinco minutos aproximadamente - dice el muchacho de lo más normal.
- ¡Bien! - le digo a Lady mientras casi la jalo para entrar.
- Sentémonos en un lugar estratégico, donde no nos vean Lady - le digo muy nerviosa.
- ¡Espera!, ¡tranquila!, si no nos ven ¿cómo me van a traer la gaseosa?
- ¡Cierto!, ¡muy inteligente!, ¡bien pensado!, entonces...sentémonos cerca de la puerta.
Empezamos a ver la película. La película estaba, estaba...¡¡¡¡yo estaba nerviosa!!!!
Llegó el muchacho con la gaseosa.
- Ahora sí nos podemos ir más atrás Steyfer, más allá, puede ser.
- ¡Sí!, ¡claro!...vayamos más atrás, allá donde no nos encuentren.
- Ok.
Ya empezaba a disfrutar de la película, estaba preciosa, los niños...casi me hacen llorar (aunque en un momento se me metió una pajita al ojo y lagrimé un poquito).
La película...el actor, la actriz, los niños...y luego el muchacho...¡el muchacho del cine!
Se iba acercando lentamente a nuestro sitio, mientras subía cada grada y se dirigía hacia nosotras iba tramando cómo avergonzarnos, cómo tratarnos de estafadoras y...llegó a nuestro lugar y nos dijo:
- Señoritas, podrían mostrarme su entrada, por favor.
- Mi...mi...nuestra...entra...aada. Claro. Yo la tengo pooo...or aquí. O la tienes tú, ¿Lady?
- No, la guardaste tú Steyfer.
Y la verdad es que no teníamos entrada alguna, bueno, sí teníamos pero para la sala 3 donde vimos el gato con botas, fue en la sala 3, pero salimos de ahí con dirección al baño y luego se nos ocurrió entrar a la sala 4, ya que estábamos ahí tan cerca, ya que no había nadie observándonos.
Y ahí estaba mientras el muchacho se nos acercaba y nos interrogaría...nos botaría:
- Señoritas, ¿les traigo algo?, ¿quieren hacer algún pedido? - dijo cordialmente.
Uffffff
- No, joven, gracias. No queremos hacer ningún pedido.
Pensé que...bueno, ya saben lo que pensé.
Y así fue como Lady y yo vimos dos películas pagando sólo una. Tiempos de austeridad pues, ¡no me culpen!

viernes, 16 de abril de 2010

Una vez más, hoy sucedió una vez más...xD

Hoy sucedió otra vez, cuando iba caminando, alguien se acercó y no me dijo nada, no mencionó palabra alguna, simplemente...miró, miró fijamente aquel llavero, sí, ése que me obsequiaste cuando estuvimos en Guadalupe. Aún recuerdo ese día:
- Quiero regalarte algo, ¿escoges? - dijiste, mientras paseábamos en aquella feria.
- Mmmm - me sentí muy tímida para decir qué quería -. Si tú me vas a regalar, ¿por qué no escoges tú? - te dije.
- ¿De verdad? - preguntaste, creíste que no me gustaría, ¿acaso pensaste eso?
- Claro, me gustará lo que escojas - dije con cierto temor que al final no me gustara.
Tardaste en tomar una decisión, mirabas todo y cada detalle. Y ¡zas!, ¡lo encontraste!, para mí era perfecto, me gustó mucho.
Hoy colgaba del bolsillo de mi pantalón, y una persona se acercó y no me dijo nada, no mencionó palabra alguna, simplemente...miró, miró fijamente aquel llavero, y a mí me volvió a encantar, y me volví a acordar de ti, y de aquel momento y me encantó más que nunca.
¡Gracias amigo!, gracias por todos esos momentos juntos. Te extraño y te seguiré extrañando. Espero que la distancia haga más fuerte nuestra amistad. TQM.

jueves, 15 de abril de 2010

Un gato...

Hoy vi un gato...cruzaba la avenida principal. Salió corriendo de una calle transversal. Cruzó el primer tramo de la avenida, luego se fue al segundo y...¡zas!, ¡plum!, ¡plop!...un carro pasó casi (casi) por su encima, es decir, el carró chocó con el gato o el gato chocó con el carro, el gato se golpeó ligeramente parece que justo quedó abajo del carro y...siguió su carrera, hacia Dios (y él) sabe dónde, dato curioso, detrás del gato no venía un perro siguiéndolo, no venían otros gatos detrás de él. Quizás estaba haciendo una carrera de apuestita y era estaba en el primer lugar. Quizás era una carrera y era el último ligar, pero él aún tenía esperanzas, al menos de llegar a la meta. Pero yo no vi y no entendí el motivo por el cual el gato corría, casi como si le hubieran pagado para que corra, tremenda maratón que él vivía. En mi mente apareció: "¡es verdad que tienen siete vidas!, ¡o al menos tienen más de una vida!" Porque quizá mis ojos vieron mal, y en realidad el carro si le pasó la llanta por encima. En fin...sólo quise contar que...hoy vi un gato.

jueves, 25 de marzo de 2010

Esperando mensaje personal...

Hoy abrí mi msn, y salió una ventanita que decía: "Ud. tiene 13 mensajes en su bandeja de entrada" o algo así. Me emocioné sabiendo que no debía emocionarme.
Encontré dos mensajes de mi jefe, dándome trabajo (eso suena a una verdadera relación laboral, la cual no existe, jaja). Unos tres o cuatro que eran cadenas, una sobre Alan que me hizo reír. Una de novedades de una página de postales y otras dos de Hi5 y una de una página de jurisprudencias pero que promocionaba algo. Y por ahí se me debe estar escapando algunos otros mensajes que no recuerdo ya, porque los eliminé. Y me puse a pensar y a extrañar (si alguna vez tuve algo que extrañar). Me preguntaba, por qué no tengo algún mensaje personal de algún amigo o amiga que no veo hace tiempo, por qué no me escribe una de mis amigas que no veo hace tiempo. Por qué no me escribe alguien dándome ánimo. O no sé, por qué alguien no me escribe un mensaje personal. Entonces, me pregunté, por qué yo no hacía eso ¿?, y decidí que uno de estos días (que me desocupe de mis diversas tareas) escribiré a alguien sólo para saludarlo, sólo para decirle que me acuerdo de él. Entonces...pienso que las demás personas que quiero que me escriban, es muy probable, que también estén ocupadas.
Entonces...ya no me quejo!! Pero si escribiré a alguien diciéndole, hey! estoy bien, serio que estoy bien, gracias por preguntar!

domingo, 7 de marzo de 2010

Día inolvidable...

- ¿Recuerdas aquél a quien consideras tu mejor amigo, Steýfer?
- Sí, lo recuerdo Jhon. Lamentablemente, lo recuerdo.
- Pues, qué bueno que lo recuerdes, lo malo es que él no se acordó de ti hoy. Hoy Steýfer. Hoy que es el día...
- Por favor, Jhon, nadie quiere saber qué día es hoy.
- Ah, ¿no?, pero, ¿por qué? Yo no le veo nada de malo decir que hoy es siete de marzo, el día de...
- No, Jhon, no seas imprudente, ¡respétame!
- Bueno, bueno. ¡Como quieras! Pero, entonces, esta entrada no tiene sentido.
- Sí, si tiene sentido, porque quizás logre recordarle a aquél a quien considero mi mejor amigo, quizás él recuerde algo.
- Buen punto, Steýfer. Pero ahora que mencionas eso de recordar...uno recuerda lo que sabe, o lo que alguna vez supo, ¿no?
- Exacto Jhon. Me parece, si no me equivoco, él nunca supo de lo de hoy.
- Pero qué poca preocupación por ti, Steýfer.
- No, no le reprocho nada Jhon. Recuerda que puedo querer a alguien a solas. Sí se puede Jhon, ¿lo recuerdas? lo dije hace poco.
- Ah sí. Fue tu última entrada Steýfer. Pero y ¿lo del rechazo?, no lo entendí muy bien.
- Ya no quiero hablar de eso Jhon, aún duele. Así que aquí se acabó la conversación. Ya no tienes permiso para seguir hablando. No soy dictadora Jhon, lo sabes. Pero tú sabes cuándo callar.
- ... u_u
- ¡Gracias´, Jhon!

jueves, 4 de marzo de 2010

Ya entiendo...ahora entiendo

Ahora entiendo. Hace un tiempo escribí una entrada acerca de que uno pueda querera solas a una persona, quizá alguien la recuerde, quizá no. Pero ahora tengo todo más claro.
Una persona puede querer sola. Es difícil, pero se puede. Esperar que la otra persona me quiera, al menos un poquito. Se puede mientras la otra persona no te rechace, porque cuando la otra persona te da muestras que no te quiere, cuando te lastima cada vez que tiene oportunidad de hacerlo. Si esa persona te pide que no le llames más, o que no le mandes más mensajes de texto. Entonces dejas de querer. Ese día, matarías mi cariño, ese día dejaré de pensar en ti. Ok, eso es mentir, no podría dejar de pensar en ti inmediatamente, no podrías matar mi cariño así como así. Sin embargo, así lo creeré y así trataré que sea. Y un día, sé que un día dejaré de querer, aunque no sé si realmente lo logre. A veces pienso que fingiré que ya no te quiero, fingiré que ya no me preocupo por ti, fingiré que ya no eres mi amigo. Pero al pasar del tiempo, te extrañaré. Te extrañaré, pero no podré hacer nada, porque tú así lo quisiste. Y yo, estaré triste.
Y sigo preguntándome, ¿cómo hace Dios para amarnos? ¿Cuántas veces le hemos rechazado? ¿Cuántas veces le hemos dicho que no le queremos? Tantas veces le hemos dicho que no queremos que nos hable. Pero Dios es amor, nada puede cambiar su naturaleza, y ¡nada ni nadie puede hacer que Dios te ame menos! Es maravilloso.
P.D.: quise incluir una imagen, pero no encontré ninguna apropiada.

sábado, 20 de febrero de 2010

¿Te ha pasado alguna vez?....sí, ya perdí la cuenta

Voy caminando por la calle. Distraída, como siempre. Alguien va viniendo, me mira, la miro, me sigue mirando. Duda, pero levanta su mano y me saluda. Nos vamos acercando. "Tengo que saludarla" - pienso.
- Hola - me dice.
- Hola, ¿cómo estás? - le contesto.
- Bien, y ¿sigues estudiando? - me dice amablemente.
- Sí, estoy en octavo ciclo. ¡Es un gusto verte!, pero estoy tarde para clases.
- Claro. Cuídate mucho!
- Ok. Gracias. Cuídate.
Y me voy caminando. "¿Quién era?", parece que recuerdo su cara, pero ¿cómo se llama?, ¿dónde la he visto?
Normalmente no logro recordar quién era. A veces sí recuerdo que la vi en algún lugar. Y muy, pero muy pocas veces, le pregunto su nombre antes de irme.
P.D.: la peor parte es que hay algunos choros que usan esa modalidad, te saludan como conocidos, te dan un abrazo, y mientras lo hacen, ya te sacaron el celular o un sencillo qeu tengas en el bolsillo...oops.

lunes, 1 de febrero de 2010

Ya no sé dónde estás...


¡Necesito verte! Que no te sorprenda si un día de éstos recibes una llamada. Que no te sorprenda si te fijo hora y fecha para verte, sólo quiero verte. Un momento, quiero escucharte, sólo un momento. No importa si me cuentas tus problemas. No importa si debo callar. Sólo quiero que sepas que te extraño, aunque, en verdad, no lo llegues a saber. Entonces...que no te sorprenda, tampoco, no recibir esa llamada, no recibir un correo electrónico diciéndote: ¡Necesito verte! Que no te soprenda si dejo plasmadas mis ganas de verte en esta entrada. Que no te sorprenda que yo ya no te haga ninguna sorpresa.
(Todo esto es por culpa de él, sí, tu doble. Es terrible escuchar su voz, tan parecida a la tuya. Ver sus ojos, tan tiernos, como los tuyos. Verlo, sólo verlo y pensar en ti. Estoy enloqueciendo. Sólo llego a la conclusión: ¡Necesito verte!)

viernes, 29 de enero de 2010

Un día como hoy...

Un día como hoy, es decir, hoy, empecé el día conversando con Dios. Luego tuve que trabajar, sí, eso hace la gente normal para subsistir, económicamente, a eso me refiero.
Por motivo del trabajo tuve que estar en Virú, ¡vaya ciudad!, llena de mosquitos, y no tengo nada contra Virú ¡eh!, no se ofendan los viruñeros (así se dice ¿no?, si no es así, me disculpan). Es sólo que los mosquitos quisieron acabar conmigo, no lo lograron, pero casi lo logran con mis piernas y pies. Y del calor, ni se diga!
Y el almuerzo...wow...qué feo...parece que no hemos sido muy bien tratados en Virú, al menos, yo no.
A las 5pm tengo clase en la universidad, siendo las 4:30pm recién salimos del centro poblado Victor Raúl. No logro llegar a clase, jum!
(Ok Steyfer, y ¿a quién le importa esto?)
Sí, quizá a nadie le importe el mal día que pasé hoy, pero simplemente quise contarlo, porque me encantó el final. Así que prosigo...
Llegué a Trujillo, y decidí caminar, latear, aplanar calles. Lugar escogido para esta misión: centro histórico de Trujillo. Dar unas cuantas vueltas antes de llegar a mi casa.
Ya en casa, era inveitable darme un baño. Me remojé como nunca antes lo había hecho. Y llevé un libro al baño, mientras estaba ahí sentada en la bañera, mojando mi cuerpecito, leía un cuento: "la escritura y el crimen".
Nada mejor para alegrarte el día que un buen cuento.
Sólo se me olvidó algo, el agua también moja las hojas del libro...oops.
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domingo, 10 de enero de 2010

Un grito, una voz...un susurro


Oyó un grito desesperado:
- ¡Me necesitas, ¿cuándo vas a convencerte?!
Fue cuando sus huesos se helaron y la piel se le puso de gallina. Un escalofrío recorrió su cuerpo, de pies a cabeza (no al revés). No, no era un grito desesperado, era un susurro, muy bajito...que logró oír en su desesperación, su desesperación y depresión.
Parecía reconocer aquella voz, pero no lograba recordar dónde, cuándo, ni cómo la había escuchado antes.
Sólo sentía que conocía esa voz, y quiso ir tras ella. Pensó en regresar a su infancia, quizá era ahí que la había escuchado. Y regresó al día siguiente de aquella madrugada en que su madre actuaba de forma extraña, caminando desnuda por la habitación donde sus pequeños dormían, a aquel día en que su madre falleció. Y reconoció esa voz, ¿era la misma voz? la que en aquella ocasión le dijo: "tranquila, no estarás sola". Tenía dudas,
- ¡No era la misma! - se dijo a sí misma.
Entonces, regresó a su niñez, a aquel episodio en ese teatro. Ella había soñado con ese día, sería una gran artista, todos le aplaudirían y escucharía decir a todos: "lo hiciste muy bien, no hay otra como tú". Pero hubo alguien...alguien a quien ella amaba, su padre, llegó borracho y la sacó de aquel teatro, el espectáculo nunca se llevó a cabo, no con ella en el escenario. "Aunque él no lo sepa, te ama. Pero yo te amo mucho más", recordó aquella voz sublime, aquella frase que la acurrucó en algún abrazo, pero sus recuerdos no eran claros, su memoria le fallaba un poco. Y las dudas la estaban matando.

Ahí estaba, ella tenía quince años, enamorada inocente, frágil, con heridas en el corazón. Aquel primer beso, y se remontó al último, el último beso, fue...simplemente fue. "Fue lindo mientras duró", le dijo aquel chico, que hasta el día anterior sólo había dicho frases cursis y muy románticas. Era la primera vez que su corazón oía algo así, y no quería oírlo, pero se tragó sus lágrimas, hasta llegar a su habitación, ahí explotó en llanto, ahí se resquebrajó totalmente. "Él nunca te amó, pero eso no importa, mi amor puede llenar el vacío de tu corazón, mi amor puede sanar tus heridas". Ese recuerdo estaba más claro, esa voz, ¡diciendo que en verdad alguien le amaba!
Esa voz resonaba otra vez en su mente. Ella comparaba sus recuerdos, la voz siempre fue la misma, estaba convencida de que sí, pero aún no lograba dilucidar quién era, cómo es que podía escucharla.
- Siempre fuiste tú, mi Dios, siempre estuviste conmigo, en aquellos momentos, nunca estuve sola. ¡Gracias! ¡Perdón por haberte dejado de lado todo este tiempo!
Steýfer

miércoles, 6 de enero de 2010

:(

Hoy quisiera estar bien. Hoy quisiera no verte. Quisiera no llamarte...pero...ya lo hice. Ya no estoy bien.
Ya no sé quién eres. Ya yo no soy yo. Y hoy recuerdo quién fui ayer. Hoy sé que me había esforzado por ser quien fui ayer, pero mis esfuerzos fueron en vano, porque ya yo no soy yo. Y tú eres quien siempre fuiste, pero yo nunca te vi.
Yo siempre estaba, tú, ¿dónde?
Ya no me importa nada. Mañana seguiré pensando en ti. Hoy se acabó el día. Tú sigues siendo tú. ¡Maldita sea! ¡Sigues siendo tú!
Atentamente,
alguien que no es capaz de enviarte este mensaje, alguien que sabe que no leerás esta entrada.

lunes, 4 de enero de 2010

Ayer...eres tú

Te vas, ¿cuándo volverás?
Viniste, ¿cuánto te quedarás?
Aquí estoy, ¿siempre estaré?
Éstas son las preguntas que siempre quise hacer: cuando te ibas, cuando regresabas...y cuando yo me quedaba, a veces a tu lado, a veces sin ti.
¿Algún día me iré yo?, quizás. Quizás llegue el día que me vaya y no regresaré jamás.
¿Seré capaz de irme? ¿Seré capaz de no volver?
¿Seré libre algún día?...
Hoy recordaba este pasado, hoy que te vi más arrugado, más viejo y más solo.
Hoy que te vi más feo que nunca. Ya que soy libre.
- Hola - te dije.
- Hola - apenas pudiste responder, con esa voz que parece que te estás yendo al más allá.
Tropezaste con la nada, te esforzaste por pararte firme, y luego seguir caminando, ridículo como nunca.
¿Yo cambié?, ¿fuiste tú, quien cambió? Ya no importa.

domingo, 3 de enero de 2010

Tú, siempre tú...

Te fuiste sin decir adiós...te fuiste sin decir si regresarás, sin preguntar si te esperaré.
Prefiero no tener el celular cerca para no tener la tentación de llamarte. Algo me dice que te llame, pero mi orgullo aleja de mí tu nombre.
- ¿Volverás? Te extraño - te dije un día.
- También te extraño.
Ésa es la conversación que nunca pude tener contigo y siempre quise escuchar.
Nunca te llamé. Tú jamás llamaste.
Yo no sé si te esperaré. No sé si volverás.
Supongo que ahora soy libre. Pero, ¿por qué esta libertad me causa tristeza?