sábado, 2 de abril de 2011

Aceptando la triste realidad

Y cuando me di cuenta, soy una insensible. Es demasiado tarde para intentar sentir algo que sea diferente a este maldito egoísmo.
Caí en la cuenta que soy una mala hija, una mala estudiante, mala...mala persona.
Todo fue muy repentino. De pronto lo tenía frente a mí, regañándome, humillándome. Estaba llena de ira, de cólera, no podía sentir otra cosa...de pronto me fui y entonces, mi alma se entristeció. Mi corazón se retorcía de dolor en medio de un charco de lágrimas. Pero llegué a la triste conclusión de que él tenía razón: soy egoísta, irrespetuosa, mal educada...mala persona.

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