miércoles, 29 de diciembre de 2010

-.-

Camino pensando qué tan lejos estás. Camino pensando si te podré alcanzar. A decir verdad, tu silueta se va desvaneciendo. Te vas perdiendo entre la multitud, y pienso que no podré alcanzarte. "Quizá si corro". "Nooo". Creo que igual no te alcanzaré. No soy muy rápida. Mis piernas son torpes, a veces. Y, temo que si corro, puedo caerme, puedo lastimarme y tú no me verías, no estarías para ayudarme a levantar, no estarías para sanar mis heridas; aunque no sabes todas las heridas que ya has dejado. La verdad es que no sabes nada, aunque a veces te creías un sabio. ¿Recuerdas nuestras conversaciones?, cuando tú eras el sabelotodo y siempre acabábamos discutiendo, porque yo no cedía y tú menos aùn. Extraño tu terquedad, no me basta la mía.
Espero encontrarte un buen día, aunque sé que no volverás.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Espectacular final para un espectacular día

Llegamos de Puerto Chicama con nuestros bolsillos semivacíos, sólo encontramos una moenda de un nuevo sol, otra de cincuenta céntimos y dos de diez céntimos (el día domingo no es válido el pasaje universitario, ¡caracho!).
Estamos a una cuadra del óvalo larco, a la entrada de una farmacia, vamos a casa de Lady.
Lady: Ya está, nos subimos a un colectivo y como me conocen los del colectivo, le decimos que le pagamos al llegar, entro a mi casa y saco el dinero que falta.
Yo: podríamos intentar subir al micro y decirle: acá nomás vamos pes amiguito - mientras le damos nuestras pocas monedas -, y tú le guiñas el ojo Lady.
Lady: mejor esperamos un colectivo.
Yo: ok, pero es una opción, ¡eh!
Estuvimos un rato y los colectivos pasaban llenos. Llega un colectivo, tenía dos asientos libres, "ajá, llegó nuestra víctima", pensé. Antes que pudiéramos acercarnos si quiera, un chico se nos adelantó y se subió, lo odié por un momento. Los colectivos seguían pasando llenos o con un asiento libre.
Yo: hora de aplicar mi opción Lady.
Lady: ok, pero tú hablas.
Yo: aunque también podríamos sólo subir, no decir nada y cuando bajamos le pagamos y corremos, corremos, jeje.
Lady: prefiero tu primera opción, ahí viene uno, le hablas.
Subí yo primera y no le dije nada de nada al cobrador. Encontré dos asientos libres a lado del chofer y tomé posesión de ellos.
Lady: le dijiste, ¿no?
Yo: no, no le dije nada, me dio palta.
Lady: llamaré a mi mamá para que nos espere en la esquina.
Estábamos muy nerviosas y el chofer empezaba a mirarnos raro.
"Pasajes, pasajes" escucho decir. Oops, ¡ahora ps! Lady le paga y el cobrador se voltea, parece que lo cuenta, parece que no sabe contar, parece que es medio virolo (no ve bien ps), parece que es caballero, parece que le dimos pena. No dijo nada, nada de nada.
"Gracias" le dije al bajar.

viernes, 24 de diciembre de 2010

¡¡¡NAVIDAD!!!

En la calle vemos luces, en las casas siempre hay luces, el infaltable arbolito de navidad y el nacimiento armado de última hora.
Siempre deseando esperar la navidad con un pavo en la mesa, un par de panetones, el chocolate caliente y el champagne para brindar.
A veces en familia, a veces a solas, a veces con amigos.
Si faltara el pavo, si faltara el panetón o no hubiera chocolate caliente, ya no hay sabor a navidad.
¿Cómo es que se nos ha olvidado el verdadero sabor a navidad? La navidad debería tener sabor salvación, sabor a Cristo. No sé cómo fue que muchos no recordamos el verdadero significado de la navidad: un niño nació en Belén, creció y luego estuvo dispuesto a cumplir su misión, morir en la cruz y sufrir por nosotros, por amor a nosotros, todo por amor.
Y, hoy le agradezco un montón por amarme tanto, aunque sea un amor inmerecido.
Este blog les desea ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
Atte., Steýfer

sábado, 18 de diciembre de 2010

Despedida

Hoy supe que te fuiste. No me esperaste. Yo ansiaba tanto conocerte. Siempre quise saber más de ti. Quise ser tu amiga. Sólo quise que seas mi amigo. Quizá pedía poco, pero ese poco era todo para mí, porque nunca te hubiese podido querer de otro modo, nunca te hubiese pedido más.
Porque te quise querer, te quise amar como el amigo que quería que fueras. Tú no lo sabes, pero te hice una promesa, amarte como el amigo que me hubiera gustado que seas. Te lo prometí. Siempre en silencio, te lo dije todo en silencio.
Pero nada de eso importa, porque ya te fuiste. Ni siquiera me avisaste, te hubiera pedido que te quedes, pero nunca me dijiste que te irías. Sólo...sólo, ¡te fuiste!
Y yo nunca sabré más de ti, nunca sabré cómo eres, quién eres, nunca sabré nada de ti.
Esperaré que te conectes al msn, algún día, quizás a la distancia, pueda conocerte. Quizás a la distancia pueda saber más de ti. Quizá nunca me lo permitas, Tal vez nunca me dejes ser tu amiga, tal vez nunca llegues a ser mi amigo.
Un buen día me daré cuenta que ni pienso en ti. Un buen día me acordaré que ya no te recuerdo.
¡Que te vaya bien!

sábado, 11 de diciembre de 2010

La furia del mar

Si quisiera saldría y golpearía a muchos, quizás hasta mataría, pero siempre sale y vuelve, vuelve a su lugar, tranquilo otra vez. Con ese olor salado y su ruido cuasi silencioso y violento, con esa tranquilidad que me perturba.
Viene y va con una quietud intangible, con una quietud admirable.
Viene y va, sin desesperarse pensando si terminará de venir porque sabe que se volverá a ir.
Cada ola que revienta lo hace con tal paciencia que no sé si en verdad quiere reventar o creer que no tiene ningún apuro en reventar, creer que...¡sólo existe!
Absorbe la luz del sol y su energía queda en él, tendría suficiente energía para matar a la humanidad, pero...sólo viene y va...¡sólo existe!
No es como yo, como yo que dejo evidenciar mi furia; no es como yo que muestro mis lágrimas llenas de ira.
No es como yo; yo que...¡no existo!

domingo, 5 de diciembre de 2010

¡¡Por tu culpa!!

Hoy caminaba al paradero donde tomaría la combi que me traería de regreso a casa. (Pensaba en ti.)
Subo y no hay asiento, es muy tarde para bajarse, la combi ya arrancó. Claro, apenas pones un pie en la combi, el cobrador se trepa y grita "dale, dale". (Sigo pensando en ti.)
Ya a medio camino alguien se baja y..."por fin un asiento", pienso. Mientras estoy sentada, por la ventana, se logra divisar gran parte del horroroso paisaje de la ciudad. (Aún estás en mi mente.)
"Ooops", pienso, "me van a pasar".
- Baja en la esquina - alcanzo a decirle al cobrador.
"Baja en la esquinaaa", le grita al chofer, quien logra frenar intempestivamente.
Me bajo y camino rumbo a mi casa. Una cuadra, dos cuadras, tres, cuatro. Habré recorrido unas cinco cuadras y caigo en la cuenta que...¿alguien lo notó?
"¡¡¡¡No le pagué pasaje!!!!, ¡¡pero tampoco me cobró!!"
¡Caracho! Ando volada desde que ando pensando en ti.
Que pese en tu conciencia, hoy no pagué pasaje, porque me distraes demasiado.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Estás en mi mente, ¡caracho!

Hoy pienso en ti. Hoy pienso que quizá tu piensas en mí. Quizá hoy me recuerdes. Quizá todo sea mi imaginación producto de mi ilusión, de mi pasión por ti.
Sí, mi pasión por ti. Pasión de la cual tú no sabes nada, aunque tal vez, sólo tal vez...lo sospeches.
Vuelvo a ver tus ojos tímidos y sonrío. Sonrío sola, horas después que ya te has ido, cuando recuerdo esa mirada tímida que me intimida.
A menudo debo contener las ganas de llamarte. A menudo consigo excusas para no contener esas ganas y te llamo, y al menos puedo escucharte, al menos puedo oírte preguntar, "hola, ¿cómo estás?", para luego conversar de la excusa, coordinaciones, ja, ni yo me lo creo.
Espero que no te hayas dado cuenta, espero que aún no lo sepas.
No sé cómo acercarme a ti, no sé cómo ser tu amiga. Seguiré intentando, sólo...¡¡no te vayas!!