Y de pronto...te hiciste notar, sólo tú, con esos ojitos de oso y tu frente que va avanzando cada día más. Y yo, yo no consigo que notes mi presencia, porque aún no sabes que existo (para ti).
No te diré más, aunque en realidad no te he dicho nada.
Atte., tu admiradora (no tan) secreta.
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