sábado, 4 de diciembre de 2010

Estás en mi mente, ¡caracho!

Hoy pienso en ti. Hoy pienso que quizá tu piensas en mí. Quizá hoy me recuerdes. Quizá todo sea mi imaginación producto de mi ilusión, de mi pasión por ti.
Sí, mi pasión por ti. Pasión de la cual tú no sabes nada, aunque tal vez, sólo tal vez...lo sospeches.
Vuelvo a ver tus ojos tímidos y sonrío. Sonrío sola, horas después que ya te has ido, cuando recuerdo esa mirada tímida que me intimida.
A menudo debo contener las ganas de llamarte. A menudo consigo excusas para no contener esas ganas y te llamo, y al menos puedo escucharte, al menos puedo oírte preguntar, "hola, ¿cómo estás?", para luego conversar de la excusa, coordinaciones, ja, ni yo me lo creo.
Espero que no te hayas dado cuenta, espero que aún no lo sepas.
No sé cómo acercarme a ti, no sé cómo ser tu amiga. Seguiré intentando, sólo...¡¡no te vayas!!

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