lunes, 1 de febrero de 2010

Ya no sé dónde estás...


¡Necesito verte! Que no te sorprenda si un día de éstos recibes una llamada. Que no te sorprenda si te fijo hora y fecha para verte, sólo quiero verte. Un momento, quiero escucharte, sólo un momento. No importa si me cuentas tus problemas. No importa si debo callar. Sólo quiero que sepas que te extraño, aunque, en verdad, no lo llegues a saber. Entonces...que no te sorprenda, tampoco, no recibir esa llamada, no recibir un correo electrónico diciéndote: ¡Necesito verte! Que no te soprenda si dejo plasmadas mis ganas de verte en esta entrada. Que no te sorprenda que yo ya no te haga ninguna sorpresa.
(Todo esto es por culpa de él, sí, tu doble. Es terrible escuchar su voz, tan parecida a la tuya. Ver sus ojos, tan tiernos, como los tuyos. Verlo, sólo verlo y pensar en ti. Estoy enloqueciendo. Sólo llego a la conclusión: ¡Necesito verte!)

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