Hoy caminaba al paradero donde tomaría la combi que me traería de regreso a casa. (Pensaba en ti.)
Subo y no hay asiento, es muy tarde para bajarse, la combi ya arrancó. Claro, apenas pones un pie en la combi, el cobrador se trepa y grita "dale, dale". (Sigo pensando en ti.)
Ya a medio camino alguien se baja y..."por fin un asiento", pienso. Mientras estoy sentada, por la ventana, se logra divisar gran parte del horroroso paisaje de la ciudad. (Aún estás en mi mente.)
"Ooops", pienso, "me van a pasar".
- Baja en la esquina - alcanzo a decirle al cobrador.
"Baja en la esquinaaa", le grita al chofer, quien logra frenar intempestivamente.
Me bajo y camino rumbo a mi casa. Una cuadra, dos cuadras, tres, cuatro. Habré recorrido unas cinco cuadras y caigo en la cuenta que...¿alguien lo notó?
"¡¡¡¡No le pagué pasaje!!!!, ¡¡pero tampoco me cobró!!"
¡Caracho! Ando volada desde que ando pensando en ti.
Que pese en tu conciencia, hoy no pagué pasaje, porque me distraes demasiado.
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