Te fuiste sin decir adiós...te fuiste sin decir si regresarás, sin preguntar si te esperaré.
Prefiero no tener el celular cerca para no tener la tentación de llamarte. Algo me dice que te llame, pero mi orgullo aleja de mí tu nombre.
- ¿Volverás? Te extraño - te dije un día.
- También te extraño.
Ésa es la conversación que nunca pude tener contigo y siempre quise escuchar.
Nunca te llamé. Tú jamás llamaste.
Yo no sé si te esperaré. No sé si volverás.
Supongo que ahora soy libre. Pero, ¿por qué esta libertad me causa tristeza?
Libertad, Libertad, ¡qué feas alas tienes! (u_u sin vainas).
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