domingo, 1 de noviembre de 2009

esto sucedió en un día (al parecer) cualquiera

"Porque quiero servir a Dios para siempre", escuché decir a mi hermano menor, después que le preguntaron ¿por qué quieres bautizarte?
¡Wow! Fue un cachetadón a mi vida para hacerme reaccionar.
Aún recuerdo cuando era un niño y su mamá lo llevaba a la escuela dominical. Recuerdo mi primer ayuno, mi hermanito bien lindo quiso invitarme una fruna (cosa que antes no recuerdo que lo haya hecho). Ahora lo veo maduro, jovencito y tomando una decisión importantísima en su vida: bautizándose y así cumpliendo con el mandato que Jesucristo dejó para nosotros.
Hoy quería llover en mis ojos. Yo lo miraba, lo escuchaba, y me sentía orgullosa de él. Dios sabe cuántas veces oré para que mi hermanito esté en sus caminos, los caminos rectos de Dios, perfectos. Y hoy Dios me dio una lección. Hoy se ha marcado un nuevo comienzo para mi hermanito, y quise perennizarlo aquí, en esta entrada.
Quizá él no lea esta entrada, pero hermanito: ¡ERES GRANDE! Y hoy ha habido fiesta en los cielos y en mi corazón.
"Porque quiero servir a Dios para siempre", yo nunca olvidaré estas palabras, espero que él tampoco.

1 comentario:

  1. ¡Qué valiente tu hermanito! De verdad para tomar una decisión como esa uno debe tener bastantes ... No te preocupes Step, sólo quería decir "ganas de servir a Dios y al projimo". ¿Cuándo en mis comentarios he sido grosero? Nunca, ¡carajo¡ ¡Uf! Mier.... se me fue. Espero que sigas rezando (sorry orando)por aquellos que no quieren tomar los "caminos perfectos de Dios". De seguro que no lo hacen porque ellos son conscientes de qué son muy imperfectos....
    Bye.

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