Hoy llamaste a mi móvil, estaba conversando con mi Padre Celestial (muy ocupada), me percaté que habías hecho esto cuando prendí el celular. Llamaste poco después que lo apagara, y fue mejor así. No eres una persona insistente, así que no supe más de ti en este día. Quise llamarte, pero no tenía saldo para hacerlo. Quise timbrarte, pero pensé que era mejor dejarlo ahí. De todos modos, me dio gusto saber que llamaste. Pensar que te acuerdas de mí, me agrada. Pensar que me consideras tu amiga, ¿será? Porque yo sí te considero mi amigo, pero a veces...a veces no parece que lo fueras, o parece que no debieras serlo, o que no quisieras serlo, ya no lo sé.
Da igual! cuídate mucho, amigo!
La amistad sobrevive a la distancia, eso lo sé; pero no sé si al tiempo. Espero que sí u.u.
ResponderEliminarSuerte.
Ay, los celulares, qué haríamos sin las timbradas, sin 10 lucas de crédito, sin los mensajes de texto...
ResponderEliminar"si no fuera porque tienes celu, tendría que hablar con tu papá cada vez que te llamara a tu casa".