jueves, 6 de agosto de 2009

Dios conmigo...Él es mi amigo


En un árbol caído

vi mi rostro confundido

en un mar infinito

vi mi alma en pedacitos

pero en el cielo

vi una mano

y diciéndome "eres humano"

me pidió que me levantara

y más fuerzas me dio

para que andara

2 comentarios:

  1. Dedicarle algo tan hermoso como un poema a Dios, reconforta, el saber que le damos lo mejor de nosotros. Cantarle, escribirle, incluso orar agradeciéndole =).
    Me gustó tu entrada.

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  2. Es algo que escribí hace mucho tiempo. Pero lo recordé hace poco y lo busqué. Cuando te das cuenta que te estás alejando de Dios, y sabes que lo demás sólo son excusas. No te queda más que pedir perdón y tomarte de la mano de Dios, esa mano que siempre está extendida.

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