No sé qué hago buscándote, si en verdad no quiero hallarte. Siento que estás y no quiero perderte, pero de verdad…no quiero hallarte.
Quiero llamarte, mas no lo hago; quiero que tú llames, pero ¡¿por qué lo haces?!
Anhelo verte, mirar tu rostro y aplanar calles mientras me cuentas más de ti, más de tu trabajo, más de tus metas, más de todo tú.
Tus cartas las espero con ansias y cuando escucho al cartero, salgo corriendo, pero mi corazón se desmorona cuando, entre los sobres, no encuentro tu estampita de colores y la tranquilidad vuelve a mí, y me pregunto, ¿por qué las ansias de leer tu carta?, si en verdad ¡no quiero hallarte!
Parece que me esperas, creo que quiero esperarte; mientras tanto charlaremos y juntos llegaremos a la conclusión que, sin querer, ambos nos hallamos.
¿Un amor inevitable, tal vez? Yo he sentido ese sentimiento de querer y pensar que no es correcto, o ya no debería ser así. Querer y no. Como si hubiese algo más fuerte que nuestra razón.
ResponderEliminarSaludos, me gustó la entrada =)
Es una mezcla de dos historias de mi vida, que voy a vivir o que estoy viviendo. Es una miscelánea.
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