Steýfer: Al borde de la desesparación, pensé.
Dios: Conozco tus pensamientos: Tranquila, confía.
Steýfer: Pero, debo asumir las consecuencias de mis actos, Padre!
Dios: Pero mi misericordia es más grande, tú tranquila. Sólo esfuérzate y se valiente.
Steýfer: Es que no merezco tu misericordia, Señor.
Dios: Eso es cierto, no te la mereces, pero yo te amo tanto!
Steýfer: Si estoy cansada, Tú me haces descansar; si, desesperada, Tú me das paz y tranquilidad; si, triste, Tú me consuelas y me das mil motivos para estar alegre. Si hay algo que mi corazón anhela hacer es estar junto a ti siempre! Saber que nada soy, si Tú me faltas.
Dios: yo te formé, sierva mía eres, no me olvides. Vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Steýfer: aquí estoy, mi Dios; vuelvo a ti y no me alejo más, nunca más. Gracias. Je t´aime beaucoup!
Es que Dios nos ama enternemante, no mirando nuestra condiciòn, simplemente nos ama. Solo estando junto a Él, es que podremos estar seguros y en paz. Y cierto: El habita al abrigo de Dios, morarà bajo la sombra del Omnipotente,Sal91. Te he leìdo pero recièn me animo a comentar =) Que Dios te bendiga mucho y me agrada tu blog ^^
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