Por motivo del trabajo tuve que estar en Virú, ¡vaya ciudad!, llena de mosquitos, y no tengo nada contra Virú ¡eh!, no se ofendan los viruñeros (así se dice ¿no?, si no es así, me disculpan). Es sólo que los mosquitos quisieron acabar conmigo, no lo lograron, pero casi lo logran con mis piernas y pies. Y del calor, ni se diga!
Y el almuerzo...wow...qué feo...parece que no hemos sido muy bien tratados en Virú, al menos, yo no.
A las 5pm tengo clase en la universidad, siendo las 4:30pm recién salimos del centro poblado Victor Raúl. No logro llegar a clase, jum!
(Ok Steyfer, y ¿a quién le importa esto?)
Sí, quizá a nadie le importe el mal día que pasé hoy, pero simplemente quise contarlo, porque me encantó el final. Así que prosigo...
Llegué a Trujillo, y decidí caminar, latear, aplanar calles. Lugar escogido para esta misión: centro histórico de Trujillo. Dar unas cuantas vueltas antes de llegar a mi casa.
Ya en casa, era inveitable darme un baño. Me remojé como nunca antes lo había hecho. Y llevé un libro al baño, mientras estaba ahí sentada en la bañera, mojando mi cuerpecito, leía un cuento: "la escritura y el crimen".
Nada mejor para alegrarte el día que un buen cuento.
Sólo se me olvidó algo, el agua también moja las hojas del libro...oops.
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