Traté de escapar. Hace un mes que me fui. Intenté olvidarte. Intenté no pensarte. Me cuentan que mientras dormía pronunciaba tu nombre. No pude dejar de ver tus ojos llenos de ese fulgor que iluminaba mis días. No conseguí dejar de oír tus suaves palabras. No olvidé ese cabello por el cual solía pasar mis dedos y acariciar. No dejé de oír tu voz, ni un solo dia, mencionando mi nombre. Te quise tantas veces, te quise de muchas formas. Incluso cuando te enojabas y me hacías bromas pesadas como venganza. Te quise cuando te quedabas solo, y nadie jugaba contigo. Te quise cuando no aguantabas mis bromas y te alejabas de mí. Te quise cada vez que te ibas y yo quedaba sola. Te quise, claro que te quise, fue algo para lo que no encontré cura. Por eso volví. Otra vez, aquí estoy. Y sé que regresé a donde estábamos antes. Pero también sé que volveré a irme, escaparé de nuevo e intentaré olvidarte otra vez. Y, tal vez, sólo tal vez, sepa ahora mismo, que regresaré otra vez, al mismo lugar donde estábamos antes.
Atentamente,
Alguien
P.D.: la imagen ha sido extraida del blog http://entrepalabrasazules.blogspot.com/
El mundo es tan redondo.
ResponderEliminarY se puede volver a ver a alguien no solo retrocediendo, sino también avanzando.
"...que mis pasos son redondos pero tuyos". Tanto tu entrada como el comentario de nadroj me ha hecho recordar ese verso de un poema que le hice a Dios. En esta vida nuestros pasos son redondos como el camino que recorremos, podemos volver a cometer los mismos errores (o no errores). Y sobre todo, hay cosas que no se pueden evitar.
ResponderEliminarSaludos.