tú...

Hoy te vi. No fue casualidad. En verdad, mis ojos te buscaban. Mi corazón anhelaba escuchar el latir del tuyo. Mi alma deseaba sentir tu presencia.

Yo estaba sola. ¿Por qué no se acerca? - pensaba. Pero creo que yo no existía para ti. Tú no me veías. Yo sí.

Cuanto hubiera deseado algo más que un hola, algo más que un saludo lejano. Rozar tu mejilla con la mía. Pero te vi de lejos, sólo de lejos.

¿Cuándo te miraré de cerca?, ¿cuándo existiré en tu mundo? Yo estoy cerca de ti. Tú ya existes en mi mundo, a diario estás en mi mente.

El otoño nos espera, la primavera está a la vuelta de la esquina, y siento que el verano se acerca cuando estás presente, aún lejano, cuando puedo verte.

Me preguntaba por qué te miro, por qué invades mi mente, por qué existes en mi mundo. La respuesta no pude hallarla. Sólo sé que estás. Sólo sé que eres tú.