domingo, 29 de marzo de 2009

el hombre sin nombre


Nunca reveló su nombre, de haberlo hecho lo recodaría (o quizá no), hombre misterioso que apareció un día en mi sueño, caballero como ninguno, elegante cual hidalgo, y simpático por naturaleza. Yo no lo conocía hasta que lo encontré en aquel sueño. Fui yo quien entró en su casa y se presentó inesperadamente ante él, sin preaviso. La puerta estaba entreabierta, sólo toqué y entré sin esperar respuesta alguna (¡qué falta de educación!). Ahora me pregunto, si no habré sido yo quien entró en su sueño.
Así conocí al hombre sin nombre. Pasamos todo el rato (mientras duró el sueño) conversando. Se nos ocurrió jugar ajedrez, jugamos sólo los dos. Había amigos o conocidos, no lo sé. En ese rato sólo importábamos él y yo. Una caravana pasaba a nuestro lado, pero nada de eso nos atraía. Él y yo sentados, conversando, conociéndonos, mientras más sabía de él, más me faltaba conocerlo.
Algún día lo conoceré en la realidad, a lo mejor, podría ser hoy o mañana o quizá a la siguiente semana lo olvide.
Conoceré a alguien más en otro sueño y olvidaré a éste, o será él mismo disfrazado de otra persona, ¿entonces lo reconoceré?

sábado, 28 de marzo de 2009

Sueño soñado

Una noche de encanto, dos amantes, dos amados (resultaron ser más) ¿realidad o fantasía?, ¿sueño o verdad? No es lo uno, ni lo otro, sino una mezcla, ¡qué digo mezcla!, es una amalgama, la fantasía y la verdad se unen y se confunden para dar vida a un sueño soñado.
Quién diría que los duendes son tan divertidos, o tan burlones, en especial cuando se trata de mortales.
Un sueño soñado que te deja en un estado de éxtasis, al principio quieres llorar, al momento te inunda la curiosidad, le sigue la sorpresa y luego no paras de reír. La felicidad no quiere dejar tu corazón. La medianoche llega y no quieres ir a la cama, después de un café bien acompañado de unas cuantas cucharadas de azúcar, te niegas a ir a los brazos de Orfeo, y te deja con ganas de volver allá, allá donde existe la fantasía, donde existe la realidad, pero más bella, quizá sea otra verdad, quizá otra fantasía. Teatro al fin!
Espectacular!!

sábado, 21 de marzo de 2009

ella lo extraña...

- Ester: Te extrañé cuando te fuiste.
- Darío: ¿Alguna vez te dije que volvería?
- Ester: No, no lo hiciste, pero…
- Darío: ¿Entonces?
- Ester: Entonces me hubiera gustado que lo hicieras.
- Darío: Pero no lo hice.
- Ester: Cierto, ¡a veces lo olvido!
Y...¿volverás?
- Darío: No, por lo pronto, no.
- Ester: ¡Te seguiré extrañando!
- Darío: Lo sé.
- Ester: No, no lo sabes. No sabes nada.
- Darío: No te entiendo!
- Ester: No importa! Nunca dijiste que lo harías!
Ella colgó el teléfono. Lo sentía tan lejano, y no era la distancia geográfica, que si hubiera sido eso, no le hubiera importado, era su corazón, su espíritu, era él!
El teléfono sonaba una y otra vez, Ester se sentó a su lado para oírlo sonar, no contestaría…

lunes, 16 de marzo de 2009

diálogo....especial!


Steýfer: Al borde de la desesparación, pensé.

Dios: Conozco tus pensamientos: Tranquila, confía.

Steýfer: Pero, debo asumir las consecuencias de mis actos, Padre!

Dios: Pero mi misericordia es más grande, tú tranquila. Sólo esfuérzate y se valiente.

Steýfer: Es que no merezco tu misericordia, Señor.

Dios: Eso es cierto, no te la mereces, pero yo te amo tanto!

Steýfer: Si estoy cansada, Tú me haces descansar; si, desesperada, Tú me das paz y tranquilidad; si, triste, Tú me consuelas y me das mil motivos para estar alegre. Si hay algo que mi corazón anhela hacer es estar junto a ti siempre! Saber que nada soy, si Tú me faltas.

Dios: yo te formé, sierva mía eres, no me olvides. Vuélvete a mí, porque yo te redimí.

Steýfer: aquí estoy, mi Dios; vuelvo a ti y no me alejo más, nunca más. Gracias. Je t´aime beaucoup!